Los reiterados reproches de Gallardo a Paradela: "Salí del trotecito porque sino te voy a tener que sacar"
Gran parte del éxito de Marcelo Gallardo, entrenador de River Plate desde mediados de 2014, donde conquistó dos de las cuatro Copas Libertadores que tiene en su historia, tiene que ver con la exigencia que siempre les pide a sus futbolistas a la hora de realizar distintos roles dentro del campo de juego.
Es debido a eso que muchos jugadores no han podido (o no han querido, en otros casos) soportar la presión que conlleva entrenar y jugar al 100% de sus capacidades físicas y mentales, sin importar la jerarquía individual con la que desembarcaron en el club de Núñez, como Marcelo Larrondo, Nicolás Bertolo o Tabaré Viudez.
Hacemos énfasis en este aspecto por lo ocurrido el último fin de semana en el compromiso que el "Millonario" llevó adelante frente a Aldosivi en el Monumental, donde antes de marcar su gol, el ex Gimnasia LP José Paradela sufrió más de la cuenta por los reiterados gritos poco amistosos del "Muñeco", que las cámaras de ESPN captaron a la perfección.
Desacostumbrado a la identidad frenética del mediocampo riverplatense, Gallardo tuvo alquilado al zurdo de 22 años: "José, no retrocedas, no quiero que me tires el equipo para atrás, tiralo para adelante", comenzó el estratega.
Luego, un diálogo con su ayudante Matías Biscay que dejó al descubierto su disconformismo: "¿Lo tengo que sacar? Porque no entendió". Y siguió: "Ey, ey. Salí del trote porque si no te saco. Salí del trote o te saco", le dijo al propio futbolista.
"Mirá la jugada, José. La puta madre", añadió. "José, vení un segundo, vení". Y ahí le dice: "Escuchame, te pongo para romper líneas y estás caminando". Y lo anima: "Dale, papá, dale".
Todo terminó de la mejor forma, ya que Paradela marcó el 3 a 1 ante el "Tiburón" y el "Muñeco" lo celebró con los puños en altos. Al final, valió la pena la exigencia, pero el talentoso volante ya sabe que deberá añadirle sacrificio a su desempeño como volante.