Luis el 'Chapito' Montes ya debe ser considerado como un histórico de la Liga MX

En el mundo del fútbol hay jugadores de todo tipo, desde memorables hasta intrascendentes, pasando por un mar de calificativos dignos de este deporte popular. Todos estos futbolistas conforman la historia de un club, pero hay un grupo en especial que se encarga de cambiar la historia de una institución, y si alguien pertenece a ese gremio tan selecto es Luis Montes.

El 'Chapito' ha sido pieza crucial de la nueva era del León en el fútbol mexicano, pues además de ascender al equipo esmeralda luego de 12 años en la división de ascenso, fue uno de los héroes que le dio un título a la afición tras 21 años y posteriormente ganar el segundo bicampeonato en la historia de los torneos cortos mexicanos.

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Parece que no se le da el justo valor y reconocimiento a un jugador que pregona valores futbolísticos cada día más obsoletos y menos comunes: lealtad, compromiso y esfuerzo constante. Primero porque, a pesar de no surgir en el León, se identificó como muy pocos con los colores y priorizó siempre permanecer en este club que le regresó el sentimiento de futbolista de primera división.

Después porque su profesionalismo como jugador ha hecho que su rendimiento sea sostenido con el paso de los años. Salvo contadas excepciones, siempre ha mantenido regularidad en partidos jugados y un desempeño sobresaliente, porque lo más importante con Montes es que siempre se ha caracterizado por ser ese hombre encargado de hacer que funcione la idea de su equipo, el elemento más difícil de encontrar en el fútbol.

333 partidos con la 'Fiera' avalan este sentido de pertenencia con un club al que le ha otorgado absolutamente todo y al que le ha intentado regresar un poco mediante títulos. Hoy, con 34 años, su legado debería de empezar a tomar mucha mayor relevancia, porque no sólo figuró en León, sino que también rindió con creces durante sus 109 juegos con el Pachuca en los inicios de su carrera.

A Montes le han faltado los reflectores de un equipo popular, porque bajo los colores de cualquier club mediático, su nombre ya estaría instaurado entre los futbolistas más influyentes con equipos de época. Quien diga que el León de Gustavo Matosas no lo fue, que revise en los libros de historia cuántos bicampeones han habido y cuántos demostraron un fútbol tan característico. Luis Montes fue el cerebro que hacía funcionar esa maquinaria casi perfecta.

Con el final de su carrera cada día más cercano, resulta imposible no recordar el fatídico 31 de mayo de 2014, cuando 'Chapito' sufrió aquella fractura de tibia y peroné que lo dejó fuera del mundial de Brasil 2014, un torneo al que no solamente iba convocado, sino que se perfilaba para ser un jugador crucial para Miguel Herrera. De no haber sido por esa trágica tarde en Estados Unidos portando los colores de México, la carrera de Montes hubiera tomado la dimensión que realmente merece, pero que por ahora sólo los conocedores del fútbol mexicano saben apreciar.

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