Maradona y Pelé nunca lograron ganar la Copa América: ¿Messi podrá esta vez?
Por Joaquín Jary
En un compilado de datos, curiosidades y más recuerdos de Copa América, recordamos la actuación de los mejores futbolistas de la historia en este certamen. Para la extrañez de más de uno: Maradona, Messi y Pelé tienen un parentesco, además del desmesurado talento futbolístico.
Pelé jugó una sola vez (1959) este certamen por cuestión pura y exclusivamente de prioridades: en aquel momento la Copa no era de prestigio y él elegía realizar tours con Santos (BRA).
En la edición 1959 que se disputó en Argentina, O Rei viajó con chapa de campeón: venía de coronarse 1° de la Copa del Mundo de Suecia. El delantero deslumbró a propios y ajenos, y finalizó como máximo goleador con 8 tantos. La final acabó 1-1 (Pizzuti y Pelé, los goles) y el trofeo quedó en manos argentinas por ventaja deportiva -más puntos a lo largo del ex Sudamericano-. No participó más.
Por el lado de Diego Armando Maradona, la cita fijada era defender la celeste y blanca. Participó en tres ediciones de la Copa América: 1979 -solo le ganaron a Bolivia por 3-0, afuera en fase de grupos-, 1987 -luego del Mundial- y 1989 -finalizaron 3°-.
Su rendimiento en esta competencia no fue de la vara (alta, por cierto) que lo convirtió en mito: por su juventud no tuvo un grato debut, más tarde por el desgaste que generó México '86 y en el cierre no convirtió. Redondeó 4 goles en 12 partidos. Pasó, inesperadamente, sin pena ni gloria. Él solo quería la dorada...
Mientras Lionel Messi, que tampoco pudo festejar un título de América con la Selección, aún tiene revancha de las dos finales perdidas frente a Chile ya como un hombre experimentado: es el futbolista argentino con más presencias en el certamen continental y registra ocho goles.
Así las cosas, La Pulga,14 años después de su debut en CA (2007), tendrá la posibilidad de quitarse la espina del trofeo con Argentina y ser una excepción dentro de los extraterrestres (Maradona, Pelé, Valderrama, entre otros) que no pudieron con esta competencia. De tanto deseo, merece que se transforme en realidad. Arriba, Lionel.