Marcelo Tinelli logra lo imposible: empeorar la Liga Argentina
Por Franco Formoso
No tenía la vara demasiado alta: con hacer mínimamente las cosas de forma presentable, la Liga Argentina habría tenido un salto de calidad. Pero lo arruinó todo: caprichos, errores de comunicación y resoluciones a destiempo demuestran que a Tinelli este antro le queda grande.
Miren que acá no estamos acostumbrados a grandes lujos. El fútbol argentino es un producto imposible de comprender desde lo cualitativo, más aún pensando en la pasión que despierta dentro de los hinchas. Es eso que no nos da orgullo de mostrarle al mundo, pero que nos llena el alma cada vez que rueda la pelota.
Jornada tras jornada alentamos a nuestros equipos, esta vez desde casa, esperando por ver un partido que muchas veces nos arruina las pupilas. Y al final de todo, sólo nos conformamos con ganar. Como sea, pero ganar. Y ahora tenemos que rezar para que un partido se juegue. ¡Sí, que se juegue! Es insólito.
Marcelo Tinelli logró lo impensado: que el fútbol argentino corra riesgo de no llevarse adelante. Antes, bueno, sabíamos que el partido arrancaba y que no iba a ser del todo vistoso. Ahora tenemos que pensar en si comienza o no. Pasó con River, con su predio de Ezeiza y con un capricho del presidente de la Liga Profesional avisando a 24 horas del encuentro ante Banfield que no se podrá jugar en el River Camp.
Pasó con Unión, que no le pudo pagar a los efectivos policiales y el partido de este domingo a las 14 se suspendió por falta de garantías. Ahora no sabemos si los partidos arrancan, es una locura. Pero es así. Y atrás de todo está Tinelli, que llegó al poder de la Liga Profesional con aires de grandeza y con una expectativa muy grande por parte de los aficionados.
Le queda grande, a Tinelli le queda grande. No está a la altura. Y recién vamos una fecha. Que todavía no se jugó en su totalidad, y no sabemos si va a terminar este fin de semana. Así y todo, amamos al fútbol argentino.