Marco Asensio, volver a volver
Por Adrían Marcos
"Ya se va viendo, la gente no sabe que es un proceso largo de acumular partidos y minutos, estoy en esa línea, trabajando muy fuerte para aportar lo máximo", comentaba Marco Asensio tras su mejor encuentro desde que regresó de su larga lesión. El mallorquín pedía de esta forma paciencia, tiempo para alcanzar de nuevo el rendimiento esperado, que se acerca mucho al que mostró ante el Celta de Vigo, y recuperar al futbolista que enamoró al madridismo.
Los altibajos del extremo balear en esta temporada han puesto en duda su potencial, lastrado indudablemente por la grave lesión que le tuvo apartado de los terrenos de juego durante once meses. Asensio había pasado de ser una de las mayores promesas del panorama nacional e internacional a convertirse en el centro de las críticas y los memes en las redes sociales, pero ahora se está quitando de encima toda la presión para reencontrarse con su talento.
Después de regresar con gol y sonrisa antes del verano, Marco Asensio entró en un ciclo de altibajos en los que enlazó titularidades insulsas, sin protagonismo alguno, con dolorosas suplencias para cualquier jugador. Sin embargo, ahora enlaza tres buenos partidos que ni mucho menos suponen una consolidación, pero si un claro acercamiento al final del túnel, a la reconciliación con el equipo, la afición y consigo mismo.
El mallorquín sustituyó a Rodrygo, lesionado para tres meses, ante el Granada y cerca estuvo de hacer uno de los tantos del año con un remate de fantasía, pero se tuvo que conformar con asistir a Casemiro en el tanto de la victoria. Otro "pase de gol" se apuntó con el disparo al larguero que remató Modric en el rechace frente al Elche. Y ante el Celta de Vigo llegó el gran día, primero asistió a Lucas Vázquez para culminar un gran contragolpe y después marcó, por fin, para desquitarse.
A banda natural y dejando atrás al Marco más frío que eludía el uno contra uno, volvió la mejor versión de Asensio, que apuesta por la sencillez: correr hacia la portería y definir, o apurar la línea de fondo y centrar. Sin rodeos, con las ideas muy claras y un estilo directo que aclara el juego más soporífero del Real Madrid.
Ganándose el protagonismo, atrayendo el juego del equipo en lugar de apreciarlo desde la lejanía, es como Asensio pretende ganarse a Zidane, que nunca dejó de confiar en su talento, sabedor, al igual que el futbolista, de lo complicados que son estos regresos. Y es que Marco volvió a jugar al fútbol en el mes de junio, pero ahora, unos cuántos meses después, es el momento de volver a volver.