¡Menos mal que no hay descensos! Ya se fueron 13 entrenadores en 17 fechas del fútbol argentino
"Ya no va a pasar lo que ocurría antes con los entrenadores, que los echaban en unas semanas si no obtenían resultados; además, ahora no hay descensos, así que se va a apostar por los proyectos en el fútbol argentino", se le escuchó pronunciar a más de uno en plena pandemia para cuando volviera a rodar la pelota.
Si bien tenía cierto sentido, teniendo en cuenta que al no haber equipos que bajen de categoría uno pensaba que la histeria podía bajar en nuestro bendito fútbol, la realidad actual es totalmente distinta y mucho más similar a la que veníamos teniendo en todos los torneos profesionales de fútbol en nuestro país, donde la palabra proyecto casi que no existe, donde se exigen resultados inmediatos o "que pase el que sigue".
Transcurridas 17 jornadas en la Liga Profesional de Primera División (hoy se cerrará dicha fecha con cuatro partidos), ya son ¡13! los entrenadores que se han alejado de sus cargos ya sea por decisión personal o por determinación de los dirigentes a cargo de cada club. Esto da un promedio lastimoso de casi un DT saliente por fecha (0.76, para ser precisos), lo que marca a las claras la poca paciencia y el nulo tiempo de trabajo que se les da a los técnicos para que puedan emplear su idea.
En esta fecha ya se han ido Javier Sanguinetti de Banfield y Paolo Montero de San Lorenzo, quienes se suman a Juan Antonio Pizzi (Racing), Miguel Ángel Russo (Boca), Sergio Rondina (Arsenal), Gustavo Coleoni (Central Córdoba), Mariano Messera (Gimnasia), Sebastián Méndez (Godoy Cruz), Leonardo Madelón (Platense), Juan Manuel Azconzábal (Unión), Fernando Gago (Aldosivi), Omar de Felippe (Atlético Tucumán) y Fernando Gamboa (Newell's).
¿No fue el propio Sanguinetti quien llevó al modesto Banfield la final de la Copa Diego Maradona y a la clasificación para la próxima Copa Sudamericana, por citar un caso? Sí, es verdad que su andar en este torneo no es el óptimo, en la posición 24ª en la tabla y con 15 puntos (producto de dos triunfos, nueve empates y seis caídas), pero teniendo en cuenta que no hay descensos y que había formado un XI interesante con una propuesta de juego seductora es insólito que se haya sentido presionado para dar un paso al costado.
Entre el público impaciente, los dirigentes presionados y los entrenadores que saben que si no demuestran resultados desde el comienzo su trabajo tiene poco futuro, el fútbol argentino cada día se convierte más en una carnicería, donde constantemente vuelan cabezas para incorporar otras con distinto nombre y que se repita el proceso. Es lamentable, pero seguirá ocurriendo haya 15 descensos o ninguno. Y se está demostrando.