Miguel Herrera y sus malas costumbres incorregibles con Tigres
Por Gerardo Cardenas
No ha sido un buen inicio de torneo para Tigres. El equipo que dirige Miguel Herrera llegaba a esta temporada sin fichajes, con casos de indisciplina dentro del plantel y por si fuera poco, en su inicio de semestre, fueron derrotados por Cruz Azul en el Volcán, siendo la máquina un equipo con más dudas que certezas.
Parece que todos esos discursos que liberaron jugadores y cuerpo técnico previo al arranque de temporada sólo fueron palabras al viento. El más claro ejemplo de ello Miguel Herrera y el autocontrol del que tanto habló previo al inicio de temporada, señalando que el equipo, siendo él el primero, se concentrarían en el balón y no en temas arbitrales. Al final, esto duró una jornada.
De aquel, "el único que puede reclamar es el capitán", pasamos a "el trabajo arbitral fue terrible. Ojalá que Archundia se ponga a trabajar". Sólo una jornada prevaleció esas disciplina y control de las emociones de la que tanto presumió Herrera antes de iniciar el semestre. Al final, Tigres es un equipo con muchas piernas, exceso de calidad, pero, es un conjunto al que le falta cabeza y ese es el mayor problema del equipo de la UANL, empezando por la terrible actitud del entrenador.