Mourinho es solo una sombra de ese entrenador que ganó todo
Vivir de lo que se hace fuera del campo y no en él es algo a lo que solo le ha sabido sacra provecho, si hablamos de entrenadores, José Mourinho. Un entrenador que ve en la prensa su enemigo número uno y que es incapaz de reconocer errores. Desde el triplete con el Inter fue una sombra de ese entrenador que lo ganó todo y eso lo saben bien en el Real Madrid.
Una vida en la que se le recuerda por sus "por qués" y no por sus decisiones en el campo. Por echar por la puerta de atrás al mejor portero que ha dado el Real Madrid, España y, quizás, el mundo. Porque en cada vestuario al que llegaba lo rompía y rompe, por el Tottenham, que es el equipo al que entrena actualmente, es una sombra de lo que fue el curso pasado.
No se casa con nadie, eso es una virtud, pero a la larga puede ser un gran defecto. Capaz de cuestionar a Cristiano Ronaldo, ídolo de su país que también es el de 'Mou'. Una liga en el Madrid llegando a los 100 puntos y paremos de contar. Haciendo enemigos por donde pasa. Guardiola ya no podía más: "En esta sala (la de prensa) él es el jefe, el amo, yo hablo en el campo". Al acabar un partido sale a hablar con una lista de errores arbitrales pero ninguna con errores de planteamiento. Hablar de Mourinho es hablar de soberbia... y eso se paga. Salió del Barça y ahora es odiado en el Camp Nou, salió del Madrid de la peor de las maneras, siempre sale mal.
Un entrenador distinto al resto. Para el portugués los títulos son parte del fútbol, pero no lo son todo. Imposible dejar indiferencia a su paso. Lo que toca lo transforma. Al año siguiente de irse del Madrid el equipo ganó la Champions, eso sí es ser "The Special One".