Neymar es actualmente el futbolista más talentoso y completo del mundo

Hace ya más de tres años que el futbolista de Mogi das Cruzes cambió Barcelona por París en lo que, para muchos, fue el mayor error de la historia del fútbol. Neymar se convertía así en el fichaje más caro de todos los tiempos y en el nuevo líder de un ambicioso proyecto que llevaba ya muchas temporadas brillando en Francia, pero lejos de sus objetivos en Europa.

El brasileño no tardó en adaptarse a la Ligue 1 y a ser el centro de todas las miradas después de sus cuatro años a la sombra de Leo Messi, mas el dominio nacional no terminaba por trasladarse al continente por más estrellas que se sumasen a la plantilla. Entonces los que no comprendían la marcha de Neymar se alegraron de ver a un futbolista que entre lesiones y fracasos europeos no terminaba de asaltar el trono mundial tal y como prometía desde que despuntó en Santos.

Y ahora las tornas vuelven a invertirse al tiempo que el talentoso extremo que humillaba a sus rivales se ha convertido en un futbolista total, capaz de liderar a su equipo desde la madurez del hombre que ha dejado atrás al joven al que le perdía la fiesta. Desde que se recuperó de su última lesión grave, hace ya más de un año, Neymar se ha mostrado mucho más centrado en el fútbol y menos en los temas extradeportivos, algo en lo que quizá ha ayudado el Covid-19.

Sin Carnavales ni multitudinarias fiestas con cualquier excusa de celebración, la estrella del París Saint-Germain ha dado ese salto que se esperaba de él desde hace mucho tiempo. Ahora no solo puede sentarse a comer en la mesa de Messi y Cristiano Ronaldo, viendo cómo ambos empiezan a decaer, es él quien hace de anfitrión, quien invita a sus compañeros de profesión mientras les ve desde lo alto porque ya se puede decir que Neymar es el futbolista más completo del panorama.

El brasileño ha dejado atrás sus lesiones, su rendimiento irregular y el efecto Mbappé que le apartó de los focos de París para ser él quien lleve la voz cantante en su equipo en el camino hacia la ansiada Champions League. La pasada temporada, después de mucho perseguirlo, los parisinos alcanzaron la final y lucharon por conseguirla ante el arrollador Bayern de Munich.

Neymar fue clave en esa hazaña pues en la recta final, en Lisboa, fue él quien tiró del carro apareciendo en todas las parcelas del campo: bajó a recibir y crear juego cerca de la medular, organizó con y sin balón, desbordó por la banda, remató en el área... El futbolista que se dedicaba a dejar detalles para la galería es ahora el mejor técnicamente hablando y uno de los más decisivos a lo largo y ancho de todo el planeta.

Tan solo Robert Lewandowski, que como goleador es innegable su trascendencia en todos los éxitos del Bayern de Munich a lo largo de la pasada temporada y de la presente, puede discutirle este año el Premio The Best que entregará pronto la FIFA. Y lo mismo sucedería con un Balón de Oro que no se entregará este año, pero que tendría al polaco, como artillero nato y campeón de todo, y al brasileño, como futbolista total, en la lucha por alzar el famoso trofeo.

Y no es solo en lo futbolístico, Neymar es actualmente más icono que nunca después de sus triunfos en París y su papel como altavoz en causas sociales como la lucha contra el racismo. Hace ya unos meses, en Le Classique de la Ligue 1, mostró su enfado por un suceso, más o menos cierto, de insultos racistas, y esta misma semana lo ha vuelto a hacer. El brasileño, junto a Mbappé, fueron los primeros en negarse a jugar el partido de Champions League ante el Instambul Basaksehir tras lo sucedido con el cuarto árbitro.

Todos estos motivos, y probablemente alguno más que se queda en el tintero, son suficientes para defender que, ahora si, Neymar es el mejor futbolista del mundo. Una afirmación tan subjetiva como cualquier otra, tan propensa a las críticas y los debates como ninguna, pero fundada en hechos y en un avance como jugador y persona que honran a Neymar.