Neymar se corona como rey en el Parque de los Príncipes
Acabamos de vivir una noche mágica de Champions en la que el PSG ha dado un golpe sobre la mesa eliminando al vigente campeón. El club parisino ha defendido a la perfección la ventaja que traía del partido de ida y se enfrentará en semifinales al Manchester City o al Borussia de Dortmund.
Quizás hayamos visto una de las mejores eliminatorias de toda la historia de la Champions. Dos partidos prácticamente perfectos que se han sucedido a modo de espejo. Me explico: en el partido en Munich, el equipo alemán fue superior en todos los aspectos al PSG pero la falta de puntería en los momentos esenciales arruinó la noche de los bávaros. Sin embargo, hoy ha sucedido todo lo contrario, el excelso partido del conjunto de París no ha tenido su recompensa en el marcador.
Es una eliminatoria para destacar al equipo en su conjunto, pero si un nombre ha brillado por encima del resto es el de Neymar. El brasileño es esa clase de futbolista que consigue que los incrédulos crean en la magia, el tío por el que la gente paga una entrada para ir al estadio. Los noventa minutos que ha disputado hoy pasarán a la historia como una de las actuaciones más extraordinarias que se recuerdan.
El escandaloso partido de Neymar no nos puede hacer obviar el nivel que han mostrado Mbappé y Di María. Al francés, igual que al brasileño, le ha faltado un ápice de puntería pero en lo demás ha completado un encuentro brillante al alcance de muy muy pocos. La primera parte del argentino fue algo más austera, no obstante en la segunda mitad se soltó y estuvo tal vez a la altura de Neymar, disfrutando y haciendo disfrutar, volviendo a sentir lo que siente un niño al tocar por primera vez un balón de fútbol.
Es un día histórico para el PSG que se cuela en la semifinales de Champions por segundo año consecutivo y esta vez, con permiso de los de Guardiola, con el cartel de favorito. ¿Conquistarán Neymar y Mbappé el título con el que tanto sueñan?