Ni Cristiano, ni Ramos, ni Florentino, nadie está por encima del Real Madrid

El tema Ramos monopoliza la actualidad del Real Madrid desde finales del año pasado y el madridismo ya empieza a estar cansado. No sólo porque no se habla de otra cosa, sino porque no se avanza ni en su renovación, ni en su salida, ni en su sustituto, ni en ninguno de los otros problemas que se deben mejorar de cara a la nueva temporada. Su caso recuerda cada vez más al de Cristiano Ronaldo y eso es algo para lo que la afición no está preparada.

En medio de alegría por la conquista de la Champions se encontraron con la noticia de que su estrella se iba del club, un auténtico jarro de agua fría que aún no se ha superado. El Madrid y el madridismo echan de menos al portugués y sus goles, todos los millones que invirtió el club en fichar sustitutos para Cristiano los podrían haber empleado para pagarle lo que pedía y la historia hubiese sido muy distinta. Y por si no fuera suficiente con ese golpe, ahora la columna vertebral del equipo va a estallar en mil pedazos si se confirma la salida del capitán.

Es evidente que el final de la etapa de Ramos en el Madrid iba a llegar antes o después pero nadie quería ni se imaginaba que iba a ser así, con dos posturas enfrentadas y sin un amago de llegar a un acuerdo. Y para colmo ninguno de los dos protagonistas, ni el jugador ni el presidente, salen a dar la cara. Las versiones son contradictorias y ninguna se pronuncia mientras los madridistas están sumergidos en un mar de dudas y con la paciencia a punto de acabarse.

Si Ramos se tiene que ir que lo diga claramente, pero que no juegue con el club como ya hizo en otras ocasiones para renovar al alza. Ningún jugador está por encima del Real Madrid por mucho que le haya dado al club, nadie es imprescindible, ni Ramos ni Florentino, y al final ambos se acabarán yendo. El tira y afloja que mantienen ya lo hemos visto más veces y empieza a ser cansado. Ramos dijo que jugaría gratis en el Madrid, y a la hora de la verdad sus palabras han caído en saco roto. Si de verdad quiere seguir en el club de sus amores que de la cara y acabe de una ve con esta incertidumbre. Y sino un lacito y un agradecimiento eterno por los servicios prestados.

Y en cuanto al presidente, suerte tiene que los partidos se jueguen a puerta cerrada, sino ya la habría caído más de una pitada por los fichajes inexistentes, la inestabilidad del equipo y la gestión de las renovaciones. Y otra que le debería caer por no saber tratar a sus estrellas, una vez más.

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