No quiero ilusionarme, pero Lionel Messi me lo impide: el "10" la descosió para el triunfo argentino ante Uruguay

Es verdad que apenas es el segundo partido, que en el debut en esta Copa América de Brasil 2021 frente a Chile la selección argentina dejó muchas dudas, y que algunas falencias defensivas se volvieron a suscitar en el Mané Garrincha de Brasilia en el encuentro de anoche ante Uruguay.

No te voy a negar que me preocupa que el combinado nacional dirigido por Lionel Scaloni no pueda definir los enfrentamientos cuando tiene todo para hacerlo, y que como bien sabemos generalmente eso se paga muy caro, con un gol del rival que en muchas ocasiones lo logra sin haberlo merecido.

También es real que el claro candidato para llevarse este título otra vez es Brasil, no solo por ser local: basta con observar cada vez que salta a la cancha el equipo de Tité, la superioridad que muestra ante sus rivales y la variedad de futbolistas en todas las posiciones que posee, muy por encima de los demás.

Pero Brasil no tiene a Lionel Andrés Messi, y Argentina sí lo tiene. Y ayer el mejor jugador del planeta jugó como diciendo "Mirá que acá estoy yo, eh, ¿están tan seguros que la va a ganar Brasil?".

Es que el "10" se puso el equipo al hombro del minuto 1 al minuto 95, haciéndose cargo del juego argentino y conservando la pelota como un imán: los rivales uruguayos que pretendían sacársela quedaban en ridículo, porque realmente es imposible hacerlo.

Desde Messi se puede explicar el triunfo argentino por 1 a 0, casi sin sobresaltos, ante el siempre difícil Uruguay del "Maestro" Tabárez: arrancando por derecha hacia el centro como en sus inicios en Barcelona, asistiendo a Guido Rodríguez (de gran partido, reemplazando nada menos que a Paredes) en el gol tempranero para dar cierta tranquilidad, juntándose con De Paul, Lo Celso y Nico González para tratar de nutrir a Lautaro Martínez.

Más allá de las buenas performances que exhibió en su aparición, la vuelta de "Cuti" Romero tras lesión marcaba todo un desafío porque en frente tenía nada menos que a Cavani-Suárez, pero el hombre de Atalanta se la bancó perfectamente junto a Otamendi; Molina y Acuña también cumplieron por los laterales, con el hombre de Udinese llegando incluso a rematar al arco de Muslera.

Argentina sigue dejando dudas en el fondo, sin embargo, con jugadas al borde del penal y con esa fea sensación de que en cualquier momento te pueden igualar, porque el equipo no sabe liquidar los partidos, o al menos no pudo hacerlo en estos dos partidos de Eliminatorias y otros tantos de Copa América.

Pero tiene a un tipo de 33 años, que en los próximos días llegará a los 34, pero que parece de 20 no solo por la capacidad física que nos sigue sorprendiendo a todos, sino por la mentalidad de querer ganar a toda costa un título con el país que ama, a pesar de haber vivido muchos reveses, de haberse encontrado con tantos resultados esquivos, cuando por fin parecía que se iba a dar.

El astro ayer mostró que tiene más hambre que nunca: ¿Cómo querés que no me ilusione si nuestro símbolo me lo está pidiendo con su juego? Bien rodeado, podemos ilusionarnos una vez más. Con Messi como bandera, como siempre.