El nuevo Barcelona de Xavi muestra sus dos caras
La era Xavi empezaba de la mejor manera posible, el Camp Nou hasta la bandera, las ganas y la ilusión por los aires y un equipo con una media de edad de 25 años. Todo era de luz y color en Barcelona, un planteamiento nuevo con Mingueza actuando en muchas partes del partido como tercer central, Jordi Alba volviendo a ser el que era, llegando desde atrás por sorpresa, Gavi juntándose con los tres del medio del campo creando mucha superioridad, una línea de presión alta embotellando al Español en su campo con un circulación de balón muy rápida.
La noche pintaba muy bien para todos los culés que lo único que echaron en falta en los primeros 45 minutos fue el gol. Cosa que se solucionaría rápido. Al empezar la segunda mitad Memphis provocaba un penalti, que él mismo se encargaba de transformar.
Pero ahí comenzó el principio del fin. Los fantasmas de la era Koeman volvían a aparecer por el Camp Nou. El Barcelona se encontraba con el primero de sus males, el no saber a qué jugar con el 1-0. Tener la posesión, esperar al Español y salir a la contra con Akhomach y Memphis, el Barcelona se encontraba sin rumbo alguno. Y la falta de ideas ofensivas le perjudicó en gran medida.Cosa que se mezcló con el bajón físico que pegó para afrontar la última media hora del partido.
Xavi no hizo cambios para mejorar, si no para aguantar el resultado. Cosa que le salió bien ante un Español que tuvo ocasiones de todos los colores y se pudo ir con los tres puntos del Camp Nou.
El nuevo Barça de Xavi es capaz de lo mejor y de lo peor, pero hay que tener en cuenta que Xavi salió a jugar sin Ansu, sin Pedri, sin Dembélé y con un Gavi fuera de posición que todo lo que hizo fue un juego posicional, para acumular gente por dentro y dejar espacios a Alba además de jugar con un Akhomach de 16 que demostró que personalidad no le falta. Dejen trabajar a Xavi, sacar los tres puntos al entrenador catalán no le sirve si su Barcelona termina jugando así, demos tiempo al tiempo...