A 8 años del ascenso: la resurrección de River Plate
Por Eitan Benzaquén
El 23 de junio del 2012 no fue un día más en la historia de River. Fue una jornada de llantos, desahogo y esperanzas por un futuro mejor. El gigante que había caído se comenzaba a levantar y se empezaba a hablar de la "resurrección".
El triunfo por 2-0 contra Almirante Brown significó el ascenso en el Monumental. Había sido un año muy duro, en el que los hinchas sufrieron lo que jamás imaginaron. Aquella tarde, varias banderas hablaron en las tribunas: "363 noches soñando con este día" y "Me verás volver y te arrodillarás" son las más recordadas.
River tocó fondo, conoció el infierno futbolístico y su gente tuvo que sacar el orgullo más que nunca. Demostraron el amor por sus colores y jamás se vio una movilización similar en la historia del club. Las calles estaban repletas de camisetas del Millonario y la canción que entonaban sus hinchas resumía el sentimiento: "No alcanzan las tribunas, no alcanzan las entradas, le demostramos lo que es River en las malas".
Pasaron ocho años y mucho cambió desde aquel día. River volvió y disfrutó de la etapa más gloriosa de la historia. Ganó dos Copas Libertadores, una de ellas contra Boca en el Bernabéu y terminó con una paternidad que sufrió tanto tiempo.
Tal como anunció la bandera, los rivales se arrodillaron ante River. Se hizo gigante en los torneos internacionales y consiguió una mística jamás vista en Núñez. El proceso fue duro, pero hubo que tocar fondo para poder tocar el cielo todos estos años.
El 23 de junio es un día que los hinchas de River no deben olvidar. “Aquel que no conoce su historia está condenado a repetirla”, dice una frase que tiene que tomar fuerza en el día de hoy. Dicen que esa mancha no se borra más y tal vez es cierto. Ese descenso pudo haber sido el infierno, pero fue el comienzo de la etapa más gloriosa del club. Y jamás se debe olvidar.