Los partidos aplazados de LaLiga podrían adulterar la competición
La pérdida de determinados partidos en marzo ha obligado a alargar un par de días la fecha de concentración de los partidos de las selecciones sudamericanas. Esta circunstancia ha afectado de manera directa a nuestra liga, pues diversos equipos han pedido que se aplacen sus partidos para poder disputarlos con su plantilla al completo, pues en el caso de que se mantuvieran en la fecha que en su día se programo, los futbolistas de origen sudamericano no estarían disponibles por la imposibilidad de estar en dos sitios a la vez.
El CSD ha decidido aplazar el partido que enfrentará al Barça y el Sevilla y al Alavés y el Villarreal, a lo que la RFEF ha respondido lo siguiente: "de manera sorprendente, sin agotarse el plazo indicado para la RFEF, dicho organismo ha dictado una medida cautelar “inaudita parte” totalmente ilegal, contraria al Reglamento Federativo aprobado por el propio CSD, contraria a todos los principios del derecho público español y contraria a todos los antecedentes jurídicos que en resoluciones del mismo CSD se han dictado en absolutamente todos los casos precedentes en temas de igual naturaleza, atribuyéndose, en esta ocasión, una competencia que no tiene para resolver sobre suspensiones de partidos”.
Hay que admitir que toda modificación del reglamento para beneficiar a solo unos pocos es considerado una forma de adulterar la competición en favor de los de siempre. Estas decisiones deberían llevarse a cabo en un comité en el que participen todos los organismos implicados para evitar que sucedan este tipo de problemáticas que acaban generando mal ambiente entre los diversos equipos, la Federación y la liga.
Desde el otro punto de vista hay que admitir que es cierto que un equipo que tenga una gran cantidad de jugadores sudamericanos se vería perjudicado frente a su rival por el aplazamiento de partidos en marzo, circunstancia que bajo ningún concepto puede achacarse al equipo damnificado. La otra solución factible a esta en crucificada sería el aplazamiento total de la jornada para evitar, como se ha dicho anteriormente, que un aplazamiento parcial favorezca a una minoría.