¿Pensará Koeman en Suárez antes de dormir?

El actual sistema de la sociedad nos evita expulsar ciertos reflejos adrenalínicos propios del ser humano. Acciones de respuesta que la persona desarrolló para evitar situaciones de peligro. Hoy, esta respuesta no nos permite liberarnos. La situación de peligro no son un animal o una tribu rival persiguiéndonos, por lo que no debemos tener una fuerza extra para salir corriendo, saltar o dar el golpe de gracia. ¿Qué ocurre entonces? Que el miedo persiste, bien sea por los problemas en el trabajo o en la vida familiar/amorosa, pero la reacción solo nos acelera mentalmente, sin llegar a quemar ese chute de adrenalina. Esto genera estrés y, en algunos casos, un trastorno de ansiedad.
Estamos afectados por el estrés, no podemos parar en todo el día porque tenemos mucha tarea por hacer o, en su defecto, porque sabemos que hay algo que no hemos hecho bien y no podemos parar de darle vueltas y vueltas y vueltas y más vueltas… El único momento en el que podemos pararnos e intentar pensar con claridad es la noche. Nos acostamos y, con nocturnidad y alevosía, los pensamientos nos invaden, reflexionamos, lo consultamos con la almohada y tratamos de buscar soluciones. A veces no las encontramos y, como resultado, padecemos insomnio, porque la inquietud persiste y no nos permite conciliar el descanso. ¿Tendrá Koeman insomnio?
El neerlandés llegó, se dejó aconsejar y afrontó una máxima, saquear a los amigos de Messi. Abrió la puerta a Arturo Vidal, algo lógico, y a Luis Suárez. El uruguayo seguía siendo uno de los mejores delanteros del planeta, pero perjudicaba al vestuario por su amistad con la estrella. Koeman cogió el teléfono, marcó el número del uruguayo y le advirtió que no era necesario que volviera a vestirse de blaugrana; no contaba con él. Desde ese momento, comenzó la odisea.
Luis Suárez, que iba a recalar en la Juventus, terminó por fichar por un rival directo en todas las competiciones como es el Atlético de Madrid. El uruguayo, desde su debut, comenzó a meter goles y generar fútbol. Mientras tanto, Koeman pasaba todos los días por los despachos del Camp Nou para preguntar por la llegada de Depay. El mercado se cerraba y los culés habían regalado a su único nueve. La situación no cambió. Depay sigue en Lyon y Koeman tiene que inventar posiciones para el centro de la línea más ofensiva. Griezmann, Messi, Braithwaite, Ansu Fati… Muchos jugadores ya han pasado por allí.
El problema del delantero persiste en el Barcelona y tampoco encontrará una solución en el mercado invernal. El nombre de Luis Suárez sigue resonando en cada rueda de prensa, después de haber marcado y haber sido vital para el Atlético de Madrid, que aventaja a los culés en diez puntos, con un partido menos disputado.
Suponemos que Koeman llegará a su casa, verá alguna serie o película, se leerá un capítulo de algún libro, tal vez un clásico de la literatura rusa, y se pondrá el pijama. Acudirá a lavarse los dientes y prolongará el tiempo en acostarse y apagará la luz. ¿Qué ocurrirá aquí? ¿Pensará en Luis? Tal vez, la sola figura del delantero no le permita dormir en toda la noche…