Pesadilla del Barça en el Camp Nou: se esfuman tres puntos esenciales...¿y LaLiga?
El partido comenzó con un Granada encerrado y con un Barça que supo aprovechar el paso de los minutos. Realmente el equipo fue superior a los andaluces durante gran parte del partido, pero la incapacidad para cerrar el mismo con un contundente marcador provocó que la victoria se alejase poco a poco.
La primera parte fue plácida. El Barça se adelantó en el marcador tras una gran jugada de Messi y Griezmann, y siguió dominando todos los aspectos del juego hasta el punto de que los espectadores no tuvimos la oportunidad de ver a Ter Stegen en acción en ningún momento.
El paso por vestuarios fue la condena del equipo culé.
La segunda parte fue en su totalidad una pesadilla para un Barça que comenzó a un ritmo decente e hilvanando jugadas de notable belleza, pero que tras el empate del Granada ocasionado por un craso error de Mingueza, no fue capaz en ningún momento de dar la sensación de que podía revertir la situación.
Tras el gol de los nazaríes el equipo no reaccionó, seguían jugando como si el marcador y el contador estuvieran a su favor. A todo esto se une la expulsión de Ronald Koeman tras una airada discusión con el cuarto árbitro.
Una jugada aislada por banda izquierda acabó con las esperanzas de los culés. Adrián Marín recibió muy solo y puso un centro perfecto a la cabeza de Jorge Molina que se encontraba a la misma distancia de Piqué y de Umtiti, sin que ninguno tuviese la oportunidad de evitar su remate.
Después de varios meses donde los errores individuales parecían haberse esfumado, el Barça vuelve a perder un partido que parecía estar totalmente controlado. El equipo ya no depende de sí mismo y en caso de vencer a los colchoneros deberán rezar por un desliz del Real Madrid.