Pese a la derrota, la selección española presenta su candidatura al próximo Mundial

La selección española cayó con honores en la final de la UEFA Nations League. Tras dejar KO a la anfitriona y vigente campeona de Europa en semifinales, los chicos de Luis Enrique saltaron al terreno de juego con la intención de añadir un título más a su palmarés pero esta vez el guión tuvo un final diferente. A Francia no le hizo fala sacar su mejor versión ni dominar durante los 90 minutos para llevarse la victoria, pero las sensaciones que dejó España en estos dos partidos son más que positivas e invitan al optimismo pensando en la próxima gran cita: Qatar 2022.

Cierto es que La Roja aún no tiene asegurada su clasificación para el Mundial y realmente sería una sorpresa que España se quedase fuera. Pero de momento esta selección ha dejado claro que puede plantarle cara a los grandes y ganar. Durante la Eurocopa y en la fase de clasificación para el Mundial estamos viendo cómo esta selección tiene problemas para sacar adelante los partidos, pero cuando la cosa se pone seria España también. A esta selección le cuesta jugar contra los equipos que le cierran atrás y acumulan muchos jugadores en el área, pero ante los grandes se crecen y sacan a relucir su mejor fútbol, no desaprovechan tantas ocasiones y en la parcela defensiva no se ven tantos errores individuales. Nunca una derrota dejó algo tan bueno de un equipo.

Si el Mundial de Qatar se disputase el próximo mes, España sería una de las favoritas para llevarse de nuevo esa ansiada copa. Pero a poco más de un año para que llegue la gran cita, La Roja ya ha presentado su candidatura al título y Luis Enrique tiene tiempo por delante para seguir madurando el equipo y puliendo esos fallos que le han condenado en más de un partido. Lo único que le falta a esta España es un crack, esa estrella que te puede resolver el partido él sólo en una jugada, pero mientras llega, la apuesta por el bloque y el trabajo en equipo está dando buenos frutos.

España va en ascenso y no sólo está preparada para pelear por el mundial, sino para luchar de tú a tú con las que son las grandes selecciones del momento porque ya lo ha hecho, masticando los partidos hasta llevarlos a su terreno poniendo al rival contra las cuerdas. A una le arrebató su record de imbatibilidad y a otra le aguantó el partido hasta el final. La selección española no habrá ganado la Liga de Naciones, pero ha ganado en confianza y lo más importante, ha vuelto a ilusionar y enganchar a su afición.

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