Primer tropezón del Manchester City en la Premier League
El Manchester City pecó de sobrado. El equipo de Guardiola solo fue reconocible durante los diez primeros minutos del partido. El gol de Gundogan hundió por completo a los Citizens. El planteamiento fue el de siempre; una especie de 1-2-3-4-1 con Rubén Días y Stones como centrales, Walker y Cancelo acompañando a Rodri por dentro, Bernardo Silva y Foden abriendo el campo, De Bruyne y Gundogan como jugadores libres y Haaland como referencia.
El planteamiento es sublime si vas a tener el control del partido durante los 90 minutos del partido, pero este nuevo Newcastle no estuvo por la labor de sucumbir a la posesión del City. Guardiola todavía tiene mucho trabajo que hacer con este equipo de ensueño, sobre todo con el centro del campo. La posesión siempre tiene que tener un sentido, un objetivo y de eso vimos poco en la primera parte.
Las pérdidas de balón y los espacios entre el centro del campo y los dos cierres fueron inmensos y Saint Maximim y Almirón supieron aprovecharlos de la mejor manera. El encuentro se fue al descanso con un 2-1 a favor de los locales. St. James Park rugía y el Manchester City se metía al túnel de vestuarios sin ideas.
Los Citizens pusieron la sexta marcha tras el ecuador, y solo por empujar empataron el partido en cinco minutos. El Newcastle con el tercer gol empezó a jugar demasiado en bloque bajo y el mejor Kevin De Bruyne apareció para guiar a su equipo al empate.
Trippier marcó un gol de falta que limpio las telarañas de la portería de Ederson, pero Haaland y Bernardo Silva pusieron las tablas en el marcador. Los de Guariola intentaron poner la diferencia final en el marcador, pero no obtuvo el premio de la victoria. El resultado fue más que justo y el equipo de las estrellas se llevó su primer susto de la temporada y dejó al Arsenal liderando en solitario una Premier League que va a dar mucho que hablar esta temporada.