El PSG no tiene techo si sigue jugando así
Esta temporada el PSG ha sufrido muchas críticas porque cuenta con una de las mejores plantillas de la historia del fútbol y eso no se ha visto reflejado en el juego del conjunto parisino. Mauricio Pochettino ha ideado diferentes esquemas a lo largo de estos meses de campaña, pero ninguno ha surtido efecto del todo.
Ayer, por segunda vez esta temporada, el equipo dio la cara de una manera increíble frente a un rival de renombre como es el Real Madrid. La primera vez que lo hizo fue contra el Manchester City, con un excelso Messi y un muy acertado Kylian Mbappé.
Da la sensación de que este equipo se crece contra los grandes, pues en la liga francesa muchos partidos contra equipos menores se le acaban atascando y si no es por una genialidad de Kylian, sufren mucho para llevarse los tres puntos.
Algo de lo que puede presumir el conjunto de la capital francesa es de la conexión que están comenzando a formar Marco Verratti y Leo Messi. Estamos hablando de dos de los mejores futbolistas del mundo en cuanto a su visión de juego y precisión en el último/penúltimo pase. Ambos se han juntado después de muchos años en los que el Barcelona intentó hacerlo para sus propios intereses.
Esta conexión está llenando de balones a Kylian Mbappé que hasta el momento está siendo el encargado de materializar las ocasiones. Ayer se vio un equipo compacto y atrevido consciente de sus puntos fuertes y sobre todo de sus debilidades, y consiguieron que el Real Madrid no pudiera explotarlas con una defensa muy contundente y un dominio de la situación del partido a la altura de muy pocos equipos en Europa.
Si el Paris Saint Germain va a seguir jugando así, pocos clubs van a poder detenerle. Tal vez solo Bayern Munich y Manchester City sean ahora mismo más favoritos para llevarse esta competición que tanto tiempo lleva buscando el PSG.
Lo que está claro es que por fin se están viendo brotes verdes en un equipo en el que se tenían muchas esperanzas puestas. Veremos si el conjunto parisino es capaz de mantener la distancia en el Bernabéu y meterse en los cuartos de final.