Pumas encara el final de temporada en su peor momento

Una derrota en 16 partidos de liga es un dato contundente y no tomarlo en cuenta sería insensato para cualquiera que opine sobre los Pumas; Andrés Lillini ha conformado un equipo sólido en todas sus líneas y eso es de aplaudir por el contexto en el que llegó; sin embargo, eso no quita que la peor versión del equipo se esté viviendo en la parte final de la temporada.

Una victoria en los últimos seis juegos no son resultados para presumir y mucho menos el funcionamiento. Contra el León fueron exhibidos y se salvaron de una goleada. Tampoco pudieron contra un América con siete bajas y una defensa improvisada y contra el Guadalajara nuevamente se vieron superados; sin embargo, la buena inercia del equipo les ha permitido seguir sacando puntos.

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Es un hecho que el Club Universidad merece reconocimiento por el extraordinario torneo que están haciendo con una plantilla modesta y un entrenador nuevo, pero si no quieren sufrir un duro revés en la liguilla o incluso repechaje, el ajuste de tuerca tendrá que ser brutal, porque estos Pumas ya llevan casi dos meses sufriendo en funcionamiento y resultados.

La última fecha será contra Cruz Azul y por el pase directo a la liguilla, por lo que a partir de ahora comenzarán las verdaderas pruebas para un equipo que ha exigido respeto, pero que en términos justos, lo único que pueden recibir son dudas, porque a ningún equipo de la parte alta han podido vencer.

El cierre de torneo de Pumas está siendo triste pero justo, acorde a sus aspiraciones reales y consiguiendo empates que reflejan el alcance de una plantilla limitada pero bien trabajada. Que nadie se sorprenda si en liguilla o repechaje no ganan ni un solo partido.

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