Pumas terminó exhibido contra León: muchas ganas, poco fútbol
Por Carlos Alberto Pérez García
Decir que los Pumas llegaron a la final del Guard1anes 2020 por suerte es minimizar a un nivel absurdo el extraordinario trabajo técnico de Andrés Lillini con este equipo. El argentino potenció sus fortalezas y minimizó sus carencias todo el semestre, pero ante el mejor equipo del torneo, el Club Universidad terminó por evidenciar un par de verdades que duelen: falta calidad en los pies de sus jugadores y que nunca tuvieron una idea de juego ofensiva.
Contra León y debajo en el marcador, Pumas se vio en el mayor aprieto de todo el semestre, pues se vieron obligados a proponer al frente contra la mejor defensa del torneo, lo que produjo un escenario vergonzoso para los universitarios, pues en ningún momento intimidaron la meta de Rodolfo Cota y mucho menos provocaron los nervios del equipo esmeralda. Simplemente no supieron como atacar a un equipo tan trabajado como el de Ambriz.
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Hasta cierto punto se podría decir que la Fiera ganó esta final muy fácil, pues otra vez tuvieron un partido pésimo en el último cuarto de cancha y tanto el último pase como la definición fue decepcionante, pero incluso así marcaron dos goles para borrar a unos Pumas frágiles en la generación de juego.
Además de los errores constantes por parte de varios jugadores auriazules, la tristeza que se percibía a la distancia era por inoperancia e incapacidad de los universitarios, algo que bajo un punto de vista frío, era lógico ante un equipo como León, pero que en el escenario de una final de vuelta nunca se espera.
La poca efectividad de la Fiera hizo que Pumas no bajara los brazos e intentara acercarse al área de Cota casi todo el partido, pero en lugar de responder con embates peligrosos, los balones difícilmente pasaban la media cancha y todo quedó en una ilusión felina sin fundamentos futbolísticos.
Más ganas que fútbol, más garra que orden, mucha más actitud que calidad. Así se resumió el segundo tiempo de la final de vuelta, que terminó por hacer justicia a un equipo trabajado por dos años y con una idea interiorizada en todos los niveles del equipo. Al final, nada que reprochar a nadie y mucho menos a Pumas, pues hicieron lo que pudieron e incluso más de lo que sus capacidades marcaban.
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