Que juegue la Reserva: River y Boca no tienen que darle importancia al torneo local
Por Franco Formoso
Tres días antes del inicio de las semifinales de la Copa Libertadores, River y Boca deben disputar el Superclásico del torneo local y ¿a quién le importa?
La verdad es que no importa en absoluto. Es un campeonato intrascendente y el que no otorga ninguna emoción al momento de observar sus partidos. Es cierto que la mística y el honor que un Superclásico genera impulsan la motivación de querer ganarle al eterno rival. ¿Pero a tres días de jugar las semifinales de la Copa Libertadores? No lo creo.
River Plate y Boca Juniors comparten el mismo grupo de la Fase Campeonato en la Copa Diego Armando Maradona, esa que no homenajea en lo más mínimo al genio del fútbol mundial. Es más, lo desprestigia: es un torneo con varias irregularidades y que no genera el más mínimo respeto por parte de los futboleros.
A Diego le gustaría que Boca preserve sus titulares, que no los ponga el 2 de enero y que toda la carne al asador sea colocada en el primer partido ante Santos, en La Bombonera. Al Diez le interesaría que River se preocupe por avanzar a la final del certamen continental para así verse las caras (si es que los Xeneizes pasan) en una nueva final de América.
Entonces, ¿por qué no poner a la Reserva de cada club en ese famoso y devaluado Superclásico del próximo 2 de enero? Si los cañones apuntan a la Copa Libertadores, si el torneo argentino es un chiste y ambos planteles prefieren mil veces priorizar el plano internacional antes que este mamarracho que no define absolutamente nada en la vida de nadie.
River va el martes 5 y Boca el martes 6. Ambos van primero como locales, tendrán que intentar ganar y generar una buena ventaja que les permita viajar a Brasil con la esperanza de pasar a la final. Y si arriesgan a sus titulares para verse las caras antes de tiempo, en este torneíto local, correrán serios riesgos de malgastar sus municiones en algo que no vale la pena.