¿Qué significa para el futbol mexicano la disminución de fichajes extranjeros en este torneo Guard1anes 2020?

El fútbol mexicano atraviesa un momento financiero complicado a nivel de clubes, pues las pérdidas millonarias que ha dejado el Covid-19 en términos de patrocinios, taquilla y derechos de transmisión ha dejado tocada la planeación deportiva de cara al futuro, pues la forma de administrar el dinero pasa por un giro muy notorio y esto ya está impactando en la contratación de futbolistas.

El principal cambio impulsado por la pandemia del coronavirus ha recaído en la contratación de jugadores, pues la inversión por elementos procedentes del extranjero se ha reducido en un 70% de lo que se fichó hace un año para el Apertura 2020.

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En aquel entonces llegaron más de 30 jugadores procedentes de ligas extranjeras, donde destacaron Federico Viñas, Vincent Janssen, Camilo Vargas, Gerardo Berterame, Mauro Quiroga y Darío Lezcano, con la posibilidad de incluir un par de elementos más; sin embargo, también llegaron jugadores que brillaron por su ausencia o poca lucidez, como Manuel Balda, Axel Werner, Leonel Miranda, y hasta Ricardo Centurión, jugadores que prácticamente pasaron desapercibidos por México.

En contraste, esta temporada se han registrado solamente seis altas oficiales con origen de ligas extranjeras a falta de un mes y medio para cerrar el mercado: Nicolás Díaz, Joao Plata, Pablo López , Hugo Silveira, Jonathan Betancourt y Bernardo Cuesta. Todos con pocas expectativas, pero que siembran un par de conclusiones de cara al futuro. La primera de ellas:

Mayor calidad a cambio de menos jugadores

La selección de jugadores extranjeros tendrá un par de filtros más exhaustivos para todos los clubes de la Liga MX, y no es que antes no tuviera filtros de calidad, sino que el riesgo de inversión no significaba un problema si se llegaba a perder.

Ahora las directivas deben de tener el conocimiento de que si no funciona un fichaje por el que pagaron 4, 5 o 6 millones de dólares (ni hablar por ahora de los 15 o 20 millones que se han pagando), volver a disponer de esa suma tal vez requiera más tiempo del acostumbrado, y eso es algo inadmisible para un cuerpo técnico que trabaja con base en resultados.

Esto podrá resultar en un salto de calidad para los jugadores extranjeros; sin embargo, en los clubes con menos exigencia, esta modificación en la inversión podría ocasionar una catástrofe a nivel deportivo: fichar jugadores con menor calidad a la acostumbrada con el fin de subsanar las cuentas. Ante este escenario caeríamos a uno de los segundos puntos importantes a tratar:

Desigualdad y disminución de espectacularidad en el fútbol mexicano.

Los equipos con alta exigencia no se detienen y si no pueden llegar muchos jugadores para confeccionar un fondo de armario basto, tendrán que seleccionar uno solo que de un salto de nivel mucho más alto a la plantilla. Esto se resume a mayor exigencia en el área de scouting; sin embargo, la otra cara de la moneda se podría vivir con los clubes de la parte baja de la liga.

Aquellas instituciones irrelevantes en términos de resultados y que además se encuentren con finanzas deterioradas, podrían verse obligados a renunciar a la inversión. Esto se puede traducir en conformismo, pero en las empresas de fútbol (clubes) primero está la estabilidad económica y luego el desarrollo deportivo.

Mientras se logra equilibrar la balanza de ingresos con gastos, al no existir ningún descenso o algún castigo severo por malos resultados, no sería extraño ver a los clubes de menor protagonismo renunciar desde el inicio a la posibilidad de competir. Esto ocasionaría una desigualdad notoria entre los interesados en ganar y los necesitados a sobrevivir.

Potenciar las fuerzas básicas y consagrar a los futbolistas conocidos

Es cierto que disminuyó considerablemente la contratación de jugadores provenientes de otras ligas; sin embargo, esto no quiere decir que los clubes hayan dejado de reforzarse. Hoy más que nunca el intercambio de jugadores entre clubes mexicanos es el pan de cada día y también se ha volteado a ver la extinta Liga de Ascenso.

Esta es una de las mejores noticias que pudo ocasionar la pandemia, pues los equipos mexicanos se vieron obligados a buscar en el mercado nacional y de paso, dejar un claro mensaje a las fuerzas básicas de todos las instituciones: ¡Este es el momento!

Evidentemente no se puede pensar que ahora las categorías inferiores exportarán más y mejor, pues es todo un sistema que tiene la base del éxito en la constancia de años atrás; sin embargo, aquellos clubes que sí han tenido ese correcto desarrollo podrán disponer de una cantera que los salve de muchos apuros y que de paso le daría un empujón a los jóvenes necesitados de una oportunidad.

El hecho de ser casi gratis para los equipos de la Liga MX, los futbolistas mexicanos en desarrollo serán las nuevas perlas a buscar, pues además de solventar situaciones futbolísticas al momento, también podrían dejar dinero en las arcas del club que lo forjó al venderlo a un mejor equipo.

Esas son las tres principales reflexiones que arroja la disminución de contrataciones foráneas para el Guardianes 2020, un torneo atípica que podrá significar un parteaguas en el desarrollo de futbolistas mexicanos, en la desigualdad deportiva y hasta en la adquisición de mejores futbolistas a cambio de menos jugadores. Una catarsis necesaria pero que presenta muchos riesgos para el fútbol mexicano.

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