RACING 1-1 FLAMENGO | Todas las polémicas de un partido que estuvo repleto de condimentos

Racing Club v Flamengo - Copa CONMEBOL Libertadores 2020.
Racing Club v Flamengo - Copa CONMEBOL Libertadores 2020. / Pool/Getty Images
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Por los octavos de final de ida de la Copa Libertadores de América, Racing Club se enfrentó al Flamengo de Brasil en el Cilindro de Avellaneda e igualó 1 a 1 en un encuentro repleto de polémicas, con un flojo arbitraje de Alexis Herrera.

El venezolano le anuló dos goles a la "Academia" (uno mal anulado, el otro de manera correcta), dejó pegar en demasía (debió expulsado a Fabricio Domínguez en el conjunto argentino y le sacó la roja a Thuler por una plancha mediante el VAR) y la disconformidad por su actuación se hizo presente en ambos planteles.

Corrían tres minutos de la segunda etapa, ya con el partido 1 a 1, cuando Lisandro López puso el 2-1, que no fue otorgado. El chileno Mena le ganó la pelota a Everton Ribeiro por izquierda y sacó un centro preciso para el cabezazo del delantero. Sin embargo, el juez marcó falta: se equivocó, no hubo carga ilícita por parte del lateral. Además, lo que llamó la atención fue que el árbitro esperó a la resolución de la jugada para recién cobrar la falta, lo que genera ciertas dudas: si el testazo de López no hubiera terminado en gol, ¿sancionaba la infracción igual? ¿Por qué esperó tanto?

El segundo gol anulado para Racing se dio a 12 minutos del epílogo, minutos después de actuar correctamente en el tanto del "Mengao", que fue cancelado por offside. Nicolás Reniero empujó el balón a la red, pero hubo un fuera de juego en el inicio de la jugada que recién en una última repetición se pudo confirmar en la transmisión. A pesar de las quejas, en estas dos sí acertó el equipo arbitral.

Hay que decir que el árbitro dirigió mal para ambos bandos: Fabricio Domínguez, hombre de la "Academia" que sorpresivamente se ganó un lugar en el equipo titular de ayer, debió ser expulsado dos veces. Ya estaba amonestado y cometió dos infracciones que ameritaban la amarilla, lo que demostró que al venezolano se le fuera de las manos el compromiso. Thuler, del Mengao, le fue con los tapones a Licha López y también mereció la roja en primer término, pero no fue mostrada. Allí actuó el VAR y en este caso Herrera recapacitó, observó la jugada y se dio cuenta que ameritaba expulsión: bien corregido.

Al final, con el partido que ya se le había ido de las manos completamente, se armó un tumulto generalizado que podría haber terminado de la peor manera. No se esperaba otra cosa de un equipo de árbitros que lejos estuvo de cumplir con su objetivo principal: impartir justicia.