Racing, papelón y eliminación: la nefasta presentación del equipo de Beccacece ante Boca por la Copa Libertadores
El Racing Club de Sebastián Beccacece había hecho un gran partido en la ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores ante Boca Juniors, borrando al "Xeneize" del mapa y venciéndolo por 1 a 0 con gol de Lorenzo Melgarejo.
La preocupación estaba del lado de los de Miguel Russo, que no habían tenido ni rendimiento ni resultado: ni siquiera habían convertido ese ansiado gol de visitante para ir con cierta tranquilidad al encuentro de vuelta, por lo que si la "Academia" convertía en La Boca le iba a generar grandes inconvenientes para revertir el resultado.
Sin embargo, nada de eso ocurrió: Racing salió a La Bombonera a meterse atrás, sin proponer nada de lo que venía haciendo con este entrenador, a la espera de lo que pudiera realizar un decaído conjunto boquense que además tenía toda la presión ya que una eliminación en estas condiciones hubiera sido durísima.
¿Por qué Beccacece no encaró el partido como lo había hecho en la ida? ¿Por qué no propuso, con el funcionamiento que venía exhibiendo y que lo depositó en esta instancia? ¿Acaso el gol de ventaja en la ida te tiene que limitar a salir en esas condiciones al encuentro de vuelta?
El único jugador que demostró ganas de querer ganarlo, el único que mostró la personalidad, el carácter y la determinación que se precisa para estos encuentros fue el arquero Gabriel Arias, y eso habla a las claras de lo que fue Racing ayer: un papelón, una decepción para su gente.
Está claro que hay formas y formas de encarar un partido, que el rival te puede superar, pero nunca fe esta manera. Los hinchas académicos están decepcionados con la actuación de los suyos y con mucha razón, ya que en ningún momento demostraron querer realmente ganar la serie, sobre todo en el encuentro de ayer, ante un Boca que venía caído y que estaba a punto de quedar KO.
Dependía del propio Racing, que nunca lo supo aprovechar, y eso es en gran parte responsabilidad del técnico, pero también de los jugadores, que parecían desganados. Una decepción para sus fanáticos, que se habían ilusionado y con razón tras el encuentro de ida. Una lástima para su gente. Ellos no merecen esto.