Rafa Márquez: "Me siento afortunado de ser parte del resurgimiento del barcelonismo"

Rafael Márquez es considerado uno de los mejores mexicanos de la historia y no es para menos pues desde muy joven logró cumplir el sueño de jugar en Europa, teniendo éxito en su paso pues fue campeón con el AS Mónaco y formó parte del mejor Barcelona de la historia, ese que logró el sextete de La Liga, Copa del Rey, Supercopa de España, UEFA Champions League, Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes.

Aquel cuadro culé estaba plagado de estrellas internacionales que marcaban la diferencia en cualquier momento, razón por la cual el zaguero central aceptó que era todo un espectáculo ver desde su zona a los atacantes, aparte se sintió agradecido por haber tenido compañeros en la parte baja que garantizaban seguridad como Carles Puyol y Víctor Valdés.

“Era muy fácil jugar con ellos, tratar de buscar y dárselas y que ellos hicieran la diferencia al igual que Xavi (Hernández), (Andrés) Iniesta, (Gerard) Piqué y Edmílson en aquel entonces. Jugar a lado de Puyol también te daba una seguridad importante, tener también a un portero como Víctor te daba la certeza de que si pasaba la pelota después de ti había un seguro. Ya adelante, tú que lo veías desde atrás disfrutabas del gran juego que desplegaba Ronaldinho y (Lionel) Messi, era algo fabuloso”, expresó El Káiser en el "Cara a Cara" de la liga española.

Por otro lado, el cinco veces mundialista reveló como se dio su acercamiento con el Atlas, club donde debutó, y todo se debió a que, cuando él tenía 14 años, los Rojinegros fueron a hacer pruebas a su ciudad natal, Zamora, invitando a diez de los jóvenes que participaban en el equipo de fútbol a seguir siendo analizados en Guadalajara. Ya en suelo tapatío, estuvieron otros tres días probándose junto a otros muchachos y al final, únicamente se decidieron por dos, pidiéndole unirse de forma inmediata lo cual aceptó pues su sueño era ser un futbolista, aparte aceptó que el no tener miedo fue la mejor arma para triunfar en el continente europeo.

“La verdad es que no fue nada complicado. Al final de cuentas creo que la parte del miedo, del fracaso, nunca pasaron por mi cabeza y eso me hacía ser muy atrevido. Llegué a Mónaco y ya desde mi primer partido fui titular, en el primer año fuimos campeones de la liga francesa, llegué a un equipo estupendo con grandes jugadores, pero también grandes seres humanos, el entrenador también, él atreverme y arriesgarme me ayudó a madurar más rápido y aprender de mis errores”, relató el excapitán tricolor sobre su primera aventura en el Viejo Continente.

A pesar de desempeñarse como defensor central, en su último año con el cuadro galo, bajo el mando de Didier Deschamps, había comenzado a experimentar como mediocampista, posición que varias veces jugó tanto en selección como a nivel clubes, además aceptó que antes de saltar al Barca los franceses trataron de retenerlo porque era una pieza importante y el próximo año jugaban Champions, sin embargo, no dejó pasar la oportunidad de llegar a uno de los conjuntos más grandes de la historia, algo que facilitó al final de cuentas el Mónaco, aparte aceptó que arribó a La Masía en una etapa difícil y aún así lograron brillar con creces gracias a la base que se tenía y refuerzos.

“Si llegué en una época donde al Barcelona lo tachaban de perdedor, no llegaba a estar en los primeros puestos o siempre se quedaba a orillas de poder ganar algo. Y me siento afortunado de poder ser parte de ese cambio, ese resurgimiento, yo lo llamo ‘barcelonismo’, llegué junto con Ronaldinho y empezamos a cambiar las cosas gracias a una base importante como Xavi, Puyol, Valdés y después fuimos consiguiendo títulos muy importantes”, manifestó el bicampeón con León.

El exdirectivo atlista reveló que su rival más complicado en La Liga fue Raúl González Blanco del Real Madrid pues nunca daba las pelotas por perdidas y cuando lo enfrentaba en el Clásico Español todo era mucho más difícil todavía; por otro lado, ha visto que varios conjuntos en España han querido imitar el estilo impuesto por los blaugranas de salir desde abajo tocando siempre la pelota, así que en cierto modo considera que la competencia ha estado evolucionando.

“Quizás no fue la mejor, pero creo que hice mi mejor esfuerzo, estuvimos siempre en Playoffs con Red Bulls, intentaba hacer algo como en los demás equipos de tratar de ganar y conseguir algo importante para esa institución”, charló sobre su paso por la MLS.

Casi al final de su trayectoria, Márquez tomó una propuesta de la Serie A del Hellas Verona tras su buen Mundial en Brasil 2014, la cual tomó como un tributo a su padre, que era gran seguidor de dicha liga, sin olvidar que era un honor regresar al continente europeo a sus 33 años.

Ya fuera de Europa, en el Verano 99 el michoacano se quedó con la espina de no haber podido ganar un campeonato con Atlas, pero en su regreso a la Liga MX si pudo consagrarse de gloria gracias a la oportunidad brindada por Jesús Martínez que le planteó llevarlo a La Fiera, donde portó el gafete y alzó el bicampeonato, pero finalmente, más que nada se sintió muy agradecido por haber dicho adiós a las canchas con el club de sus amores, que lo buscó después de su segundo paso europeo.

“Afortunado porque no todos tienen esa oportunidad y suerte de culminar su carrera donde inició, como siempre intentando ayudar a conseguir algo importante, desafortunadamente no se pudo, pero me quedo con la satisfacción de que me pude retirar en el equipo que me dio la primera oportunidad y cerrar ese ciclo de mi vida”, indicó el Príncipe de Cataluña.

“Fue mucho trabajo, esfuerzo, sacrificio, poder aguantar tanto tiempo de carrera, para que te consideren en un campeonato tan importante, orgulloso de haber podido participar en cinco Mundiales, me hubiera gustado otra historia de haber podido pasar más allá de donde siempre hemos quedado, pero estoy seguro que en algún momento se conseguirá”, finalizó.

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