Rapallini influyó en el desarrollo del Superclásico: apresurada expulsión a Marcos Rojo que cambió el panorama
Por la fecha 14 de la Liga Profesional del fútbol argentino, River Plate recibió en el Estadio Monumental a su clásico rival Boca Juniors y el resultado fue una victoria por 2 a 1, con el doblete de Julián Álvarez, a los 25 y 43 minutos de partido (descontó Carlos Zambrano sobre el final), para ser líder transitorio en la Liga Profesional.
No voy a hacer énfasis en las estadísticas previas del árbitro Fernando Rapallini, quien a los 16 minutos de juego expulsó a Marcos Rojo (Boca) por doble amarilla, porque creo que no tiene sentido hacerlo, pero sí me gustaría analizar las dos jugadas en las que le mostró tarjeta al zaguero ex Manchester United, para justificar mi opinión de que sus decisiones influyeron negativamente en la dinámica del partido.
Se dice que un árbitro ha dirigido de buena forma cuando pasa desapercibido. Cuando no se lo nombra. Nada de esto ocurrió ayer con el encargado de impartir justicia, aunque lógicamente en un Superclásico es muy difícil que no se opine de las decisiones del juez, pero en este caso creo que desnaturalizó el partido.
Soy consciente de que Rojo fue muy vehemente a cortar las acciones tanto en la primera amarilla contra Braian Romero como en la segunda frente a Agustín Palavecino, sobre todo teniendo en cuenta que pasaron menos de dos minutos entre una y otra. Se pasó de revoluciones el surgido en Estudiantes de La Plata.
Sin embargo, pienso que en la primera infracción no ameritaba la tarjeta amarilla, sobre todo porque el propio Romero salta antes del cruce de Marcos. No es una locura que le haya mostrado el cartón, pero creo que el árbitro se apresuró.
Ojo, también hay responsabilidad de Rojo cuando, instantes después, no pudo medir su fuerza para ir a intentar quitarle la pelota a Palavecino, provocándole una durísima entrada que sí estuvo bien sancionada con amarilla.
Por eso digo que hay culpas compartidas: de Rapallini por apurarse para mostrarle la primera tarjeta, y de Rojo por ir de forma imprudente sabiendo que estaba al límite, y seguramente pensando que antes de los 20 minutos el árbitro no se iba a animar a echarlo. Y sí ocurrió.
¿Era roja para Enzo Pérez por la plancha a Almendra en el inicio? ¿Estuvo bien convalidado el gol a Zambrano en el final? Son muchas jugadas polémicas, que todos sabíamos que podían existir, pero creo que la principal falla fue la de la primera amarilla a Rojo.
Luego River borró a Boca de la cancha y lo superó futbolísticamente, está clarísimo, pero nadie sabe qué hubiera pasado de mantenerse 11 contra 11, como el DT "Xeneize" Sebastián Battaglia había imaginado. Nunca lo sabremos, tampoco. Ojalá el nivel del arbitraje argentino pueda cambiar algún día y dejemos de hablar tanto de sus desempeños.