Los resultados acompañan a la España de Luis Enrique pero no la forma de lograrlos
Por Estefanía Ramos
Con incertidumbre hasta el final pero sin sorpresa, Luis Enrique ha conseguido clasificar a la selección española para el Mundial de Qatar de manera de directa, siendo primera de grupo y sin pasar por la repesca. El objetivo está cumplido y por esa parte no se le puede poner ningún reproche ni al seleccionador ni a los jugadores, pero la forma de lograrlo deja muchas lagunas.
El seleccionador ha sido fiel a sus ideas y una vez más demostró que él no se casa con ningún jugador y que lleva a los que mejor están en ese momento. Gracias a eso hemos visto un desfile de jugadores durante toda la fase de clasificación con grandes noticias como Gavi, la consagración de Laporte en el centro de la zaga, los goles de Morata o el regreso de un madridista a la selección tras la Eurocopa.
Todo lo bueno que ha mostrado España ha sido gracias al seleccionador que no se deja influenciar por los rumores que vienen del exterior y está siempre atento al momento de forma que atraviesan todos sus jugadores, los convocados y los que pueden ir en un futuro. Y aunque Luis Enrique ya tenga un bloque de jugadores en cada lista ha dejado su sello personal con novedades como Bryan Gil o Yeremi Pino, jugadores que venían empujando fuerte desde abajo y a los que Luis Enrique ha abierto las puertas de la absoluta pensando en el presente pero también en el futuro.
Y si todo lo bueno que hemos visto de España es gracias al seleccionador, también en la parte negativa tiene que asumir responsabilidades. En un grupo que no era de los más complicados La Roja se dejó más puntos de los esperados ante rivales inferiores, ganó partidos por la mínima y sufriendo y el juego ha sido por momentos soporífero. El seleccionador siempre se ha mantenido fiel a su estilo y su esquema de juego, aunque eso haya supuesto que el equipo sufriera más de la cuenta en partidos que debería dominar con claridad tanto en el juego como en el resultado.
Luis Enrique ha conseguido su primer objetivo, clasificar a la selección, ahora toca el siguiente nivel y es hacer que este equipo domine el marcador igual que lo hace con el balón y domine el área contraria ante los rivales que se le encierran atrás, pues ya hemos visto que ante los grandes sí dan la talla.
Pero en un Mundial hay que enfrentarse a grandes y pequeños. A Luis Enrique aún le queda trabajo por hacer para mejorar la imagen de su equipo, y así como ha conseguido crear un grupo unido ahora tendrá que hacer que esa parte de la afición que aún es reacia con esta selección se suba al barco y se emocione con el equipo nacional.
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