River, destruido anímicamente: Gallardo debe revertir la mentalidad de sus jugadores para la vuelta con Palmeiras
En la cancha de Banfield, River Plate cayó como local 2 a 0 ante Independiente con dos goles de Alan Velasco y desperdició la chance de terminar como puntero y disputar la final de la Copa Maradona, ya que su clásico rival Boca igualó ante Argentinos Juniors 2-2 en La Paternal.
Si bien tuvo algunas chances concretas en el amanecer del partido cuando el resultado aún no se había abierto y también en el complemento, ya con el 0-2 a cuestas pero con la ilusión de poder descontar e ir a por la remontada, ya con los ingresos de Matías Suárez y Nicolás De La Cruz, lo de River en el análisis colectivo fue decepcionante.
El "Millonario" estuvo lejos de imponer condiciones y ser ese equipo que supo pasar por arriba a prácticamente todos los rivales del fútbol argentino y sudamericano: para lamento de sus hinchas, aún no se pudo recuperar del 0-3 ante Palmeiras por la semifinal de ida de la Copa Libertadores de América, y el pronóstico para la vuelta en Brasil es desesperanzador.
La situación anímica del plantel es preocupante, sobre todo comenzando por su exitoso entrenador Marcelo Gallardo, quien habitualmente se mantiene muy sereno y que en la noche de hoy se retiró expulsado por el árbitro Diego Abal, desencajado por un supuesto penal no cobrado a Matías Suárez.
El "Muñeco" no puede perder la paciencia de esa manera, ya que les transmite la misma inseguridad a sus futbolistas, inseguridad que vienen exhibiendo desde hace varios partidos, a saber: Armani en el primer gol del Palmeiras y en el segundo frente al "Rojo", Robert Rojas en el segundo de Boca frente a Tevez y también en el segundo ante los brasileros, contra Luiz Adriano.
Es verdad que si hay algo que ha demostrado el "Muñeco" desde que llegó a mediados de 2014 a comandar al club riverplatense es que no sabe de imposibles, pero da la sensación que este River está destruído anímicamente, y el único que puede hacerles cambiar la mentalidad no es nadie más que él.
Ningún equipo visitante, desde que existe el mata-mata en la Libertadores (1989), revirtió una serie jugando en esa condición tras recibir una goleada en el primer encuentro. River puede ser el primero, para seguir haciendo historia grande. Será tarea de Gallardo, uno de los entrenadores más importantes de los últimos tiempos en Sudamérica, motivarlos para lograrlo.