Los dos aciertos y tres errores de México en su victoria 0-2 sobre El Salvador
Este miércoles la selección mexicana se impuso 0-2 a su similar de El Salvador en el Estadio Cuscatlán, con goles de Héctor Moreno y Raúl Jiménez, para así mantenerse en el liderato del Octagonal Final de la CONCACAF con 14 puntos.
Nuevamente el accionar del Tricolor dejó un amargo sabor de boca, pero por ahora se mantiene invicto y cerca de hacerse con el boleto para acudir al Mundial de Qatar 2022.
Aquí los dos aciertos y tres errores del conjunto azteca:
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ACIERTOS
Ganar de visita en un estadio difícil
Lo más importante para resaltar fue que el cuadro azteca salió con vida de uno de los inmuebles más difíciles de la zona de CONCACAF, que tiene un ambiente muy pesado por el apoyo de los salvadoreños, además normalmente los de casa se crecen demasiado, aunque no fue el caso para este duelo.
Durante dos de las pasadas tres eliminatorias de la CONCACAF, La Selecta había sacado los tres puntos en su cancha, pero ahora se quedaron con las ganas y marchan en penúltimo lugar de la clasificación, sólo por encima de Honduras.
Sumado a que México salió con la frente en alto, se mantiene invicto, pero todavía tiene visitas difíciles en el calendario.
Hacer rotaciones en el once y los cambios
El técnico argentino Gerardo Martino volvió a hacer cambios en su once inicial para enfrentar a los cuscatlecos, algo positivo si se tiene en cuenta que quiere hacer crecer la competencia interna porque tiene varios jugadores en buen nivel y necesita observarlos a todos.
Su apuesta fue mandar de inicio a Osvaldo Rodríguez, Carlos Rodríguez, Luis Romo, Julio Domínguez, Orbelín Pineda y Alexis Vega, entre otros, quienes brindaron un buen encuentro, claro que teniendo de repente su bajón de desempeño como el resto de los futbolistas.
Del mismo modo, Jesús Corona tomó el lugar del lesionado Vega, lo cual no cambió mucho la dinámica, además de las incorporaciones de Luis Rodríguez, Jesús Gallardo, Raúl Jiménez y Héctor Herrera, que cumplieron con el objetivo de cerrar el resultado a favor y por supuesto, cuidar al amonestado Hirving Lozano.
ERRORES
Ceder la posesión en el complemento
Tal como ha pasado en el resto del Octagonal Final, una vez que México se pone al frente, existe una relajación en el grupo o simplemente porque es orden del Tata, pero ceden totalmente la iniciativa al rival, siendo esto un arma de doble filo porque ha habido equipos que pusieron contra las cuerdas como Canadá.
El Salvador tomó un segundo aire y se dejó llevar por la tibieza de los aztecas para buscar hacer daño, acercarse cada vez más al área, aunque afortunadamente están muy lejos del mejor fútbol que han mostrado y ni siquiera inquietaron a Guillermo Ochoa.
Una vez más un tache para Martino, que no puede hacer eso, porque no siempre tendrá rivales con deficiencias ofensivas, debe de aprender y más porque tiene varios juegos de visita pendientes.
Hubo demasiadas tarjetas
Normalmente se hubiera esperado que los locales fueran los que vieran bastante tarjetas porque históricamente han golpeado mucho cuando se trata de enfrentar al Tricolor, pero en esta ocasión, los aztecas fueron los que acumularon cartones, un total de cinco, una roja por doble amarilla.
Primero fue El Chucky Lozano apenas al 27', nada raro conociendo el temperamento del atacante, después vino Araujo al 56' por golpear un rival en el área y diez minutos después se fue por una tontería, golpear con el antebrazo a Alexander Larín; Moreno al 74' por un juego peligroso y Jiménez al 78' por reclamar.
Otros más como Tecatito o Romo se salvaron también de ser advertidos, así que Martino debe hablar con sus pupilos sobre el tema disciplinario, ya que afecta bastante, recordando que hasta ahora ha habido dos jugadores suspendidos por acumulación de tarjetas en el Octagonal Final: Edson Álvarez y César Montes.
No aprovechar el hombre de más, ni golear
Lo más reprochable para Martino y su cuerpo técnico fue no aprovechar el momento anímico que sufría el rival, pues cuando Jacobo Segovia se fue expulsado, era el momento para lanzar toda la carne al asador y hacerse respetar, sobre todo si estás en una cancha que te es difícil históricamente.
En lugar de eso, las líneas se fueron retrasando, dejando vivir al rival, algo que generó molestia en la afición y los especialistas. Para colmo, el momento de tener un hombre de más duró poco por la tonta expulsión de Araujo.
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