Sergio Ramos, 35 años… y los que quedan
Hace relativamente poco estuve leyendo un artículo, no recuerdo en qué medio, sobre que, entre los 35 y los 40 años, el hombre vive su edad dorada. Ese ciclo de cinco años en los que se alcanza la plenitud física y mental. Este artículo argumentaba, entre otras cosas, que se llega a esa plenitud porque se consigue estabilidad en el puesto de trabajo y puedes asentarse y vivir de una forma más tranquila.
Relacionado con esto, parece entendible que también sea una edad marcada en el fútbol. A partir de los 33 años, el alrededor comienza a especular con una posible jubilación y hay posibilidades de que baje tu nivel. El futbolista aguanta, se refuerza con su orgullo y entre los 35 y los 36 da un paso atrás. Esto es algo así como la generalidad del balompié.
No hay regla sin excepción y Sergio Ramos es una de ellas. El central celebra hoy su trigésimo quinto cumpleaños sin estabilidad y sin retirada en el horizonte. Cumple 35 con dudas, pero no sobre su nivel, sino sobre cuál será su futuro. Todavía no ha renovado con el Real Madrid y, si no llega a un acuerdo, tendrá que hacer las maletas dentro de tres meses.
Respecto a la jubilación, ahí no tiene dudas. Sergio Ramos no vislumbra la retirada, no quiere colgar las botas. El capitán blanco entrena duramente su físico y se cuida con dietas y el consejo de varios nutricionistas para alcanzar la plenitud física. No ha perdido velocidad y sigue siendo considerado uno de los mejores defensas del planeta.
Sergio Ramos celebra hoy su cumpleaños con una promesa: seguir dando guerra. Como bien dijo en una entrevista hace no demasiado tiempo, la edad es solo un número y no afecta a las sensaciones que uno percibe cada vez que pisa el terreno de juego. El central tiene cuerda para rato y no debería a nadie extrañar velo al primer nivel, como mínimo, otros cinco cumpleaños. Y sí, decimos como mínimo porque es Sergio Ramos, uno nunca sabe hasta dónde puede llegar el de Camas. Solo pido una cosa, estar aquí para contároslo.