Sergio Ramos, el último superviviente de Sudáfrica
11 de julio de 2010, un día que nunca se olvidará en España. El país estaba sumergido en una crisis financiera provocada por el crash internacional y, sobre todo, por la corrupción y la explosión de la burbuja inmobiliaria. Muchas familias miraban con temor al futuro, muchos se quedaron sin trabajo y temblaban con cada carta del banco que llegaba a su portal. Los fondos de inversión, sin piedad, especulaban con deuda pública y muchos fueron desahuciados de sus hogares. Entre tanta oscuridad, hubo un rayo de luz. Aquel día, en Sudáfrica, minuto 111, Andrés Iniesta golpeó un balón que acabó en el fondo de las mallas. España, por primera vez en su historia, era campeona del mundo.
Aquel día, la selección española saltó al césped por un once formado por Casillas; Sergio Ramos, Piqué, Puyol, Capdevilla; Xabi Alonso, Sergio Busquets, Xavi Hernández; Pedro Rodríguez, David Villa y Andrés Iniesta. Jesús Navas, Cesc Fàbregas y Fernando Torres salieron desde el banquillo.
Holanda formó con otro once de gala y muy recordado: Stekelenburg; Van der Wiel, Heitinga, Matthijsen, Gio Van Bronckhorst; Nigel De Jong, Mark van Bommel; Arjen Robben, Wesley Snejjder, Dirk Kuyt; Robin Van Persie. Elia, Van der Vaart y Edson Braafheid fueron los suplentes que saltaron al verde.
Catorce nombres por equipo, 28 en total. Todos ellos reconocidos; algunos siguen en activo, otros ya han colgado las botas. Muy pocos siguen al máximo nivel y continúan en las llamadas de la selección. Solo uno ha jugado hoy, diez años y cuatro meses después: Sergio Ramos.
El defensor, jugando contra la selección ante la que disputó el partido más importante de su carrera internacional, ha igualado a Gianluigi Buffon como el jugador europeo con más partidos en su combinado internacional. Otra vez, contra la antes Holanda y ahora Países Bajos, ha impreso su nombre en la historia.
Sergio Ramos es el último superviviente. No, no lo llamamos así por su nuevo look. Su coleta y su barba pueden recordar a Robinson Crusoe, pero no tenemos ninguna certeza de que alguna vez haya llamado al balón Wilson, aunque sí que sabemos que son muy amigos. El de Camas es el último porque es el único que ha disputado estos dos partidos. El conocimiento y la estadística deben poner todavía más en valor el nivel y la carrera del cuatro.