Sergio Ramos se confirma como una leyenda del fútbol europeo
El escaparate mediático aporta cosas positivas y negativas. Los jugadores de fútbol están continuamente expuestos a él. El deporte que practican es el más seguido mundialmente y acumulan aplausos y pitos. Esta ventana permite al futbolista recibir el cariño de muchísima gente, pero también las críticas. Unas están plagadas de destrucción, otras, sin embargo, son constructivas. El truco consiste en no dejarse embaucar y seguir con la cabeza en el césped. Algo así ha debido hacer Sergio Ramos hasta conseguirse en una leyenda del fútbol europeo.
La crítica ha acompañado a Sergio Ramos desde que empezó su carrera. El primer palo fue el fichaje por el Real Madrid. Los sevillistas criticaron las formas, el resto apuntó que la suma era demasiado grande. Hoy, si echas la vista atrás, se antoja pequeña. Poco tardó en llegar el segundo: Ramos eligió el 4. Muchos señalaron al de Camas por no ser, al menos de momento, un digno predecesor de Fernando Hierro. Para más inri, casi toda su experiencia era como lateral.
Lejos de lapidaciones, Sergio Ramos siguió confiando en su juego y creciendo año tras año. Así ha llegado hasta los 176 partidos con los que iguala a Buffon como el jugador europeo con más partidos internacionales. El defensa es el capitán de España y del Real Madrid, una figura básica y que forma parte de la columna vertebral de ambos conjuntos. Sin embargo, no se ha librado de las críticas.
El defensa acumula miradas negativas por volcarse al ataque cuando el equipo no lo necesita, perder a su marca y por no estar bien posicionado. Las críticas no son desatinadas. Todo ello es cierto. No obstante, no impide que Ramos sea el mejor central del Real Madrid y uno de los más valorados del mundo desde hace diez años. Porque ser una leyenda no implica ser perfecto, pero sí es algo que puede adjudicarse a Sergio Ramos.