Sin refuerzos no hay gloria: los objetivos de River no pueden depender exclusivamente del trabajo de Gallardo

Gallardo no puede aceptar más salidas
Gallardo no puede aceptar más salidas / Rodrigo Valle/Getty Images
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Marcelo Gallardo cumplirá en 2021 siete años como entrenador de River. Vivió grandes momentos, ganó dos Copas Libertadores, vivió tristezas por derrotas importantes, pero siempre logró tener equipos competitivos.

Lo hizo pese al cambio de jugadores y una de sus principales virtudes fue saber reinventarse. El equipo nunca quedó expuesto ante la salida de una figura y las variantes siempre respondieron en el campo de juego.

Se puede decir que Gallardo logró que el equipo sea más importante que las individualidades y eso es uno de los actos más elogiables para un técnico. La idea siempre estuvo por encima de un determinado jugador y logró mantenerlo pese al paso del tiempo.

Gallardo preocupado
Gallardo preocupado / Pool/Getty Images

Ahora, lo cierto es que al trabajo del entrenador hay que ayudarlo y si River quiere seguir peleando por títulos internacionales deben traer refuerzos. Gallardo puede ser un gran entrenador, incluso para muchos el mejor del continente, pero no hará milagros.

En caso de que no traigan ningún refuerzo, sería el tercer mercado de pases del Millonario sin incorporaciones. Es entendible el contexto complicado por el coronavirus, pero luego no se le podrá exigir al entrenador absolutamente nada.

Ante la inminente venta de Santiago Sosa a la MLS y la posible salida de Nacho Fernández al Atlético Mineiro, Gallardo necesita contar con nuevos jugadores para reforzar el mediocampo. Es fundamental que la dirigencia logre avanzar por Agustín Palavecino y darle el gusto al DT.

También se hace complicado cuando hay puestos que necesitas reforzar y no lo haces. El Millonario mostró debilidades en la defensa, pero está muy complicado que traigan un central de jerarquía y todo indica que seguirán apostando por los jugadores que ya están en el plantel.

No creemos que Gallardo decida dar un portazo por esta situación, pero los hinchas deben entender que sin refuerzos no hay milagros y el Muñeco no puede salvar siempre a la dirigencia.