Toni Kroos ilumina al Real Madrid en un partido muy espeso de los hombres de Ancelotti
Del mismo modo que viene acostumbrándonos el Madrid en los últimos partidos. Lento, impreciso, espeso, aburrido... Los hombres de Ancelotti sacaron los tres puntos después de la derrota ante el Rayo Vallecano del lunes, pero las sensaciones que dejan son las de un equipo que tiene poco fútbol y sobre todo, mucha fragilidad defensiva. Una vez más volvió a encajar y ya son doce los partidos en los que ha encajado el Real Madrid en LaLiga.
Tras una primera parte con una circulación de balón muy lenta, tuvo que ser Militao quien apareciese para poner el primero en el luminoso. No podía haber sido de otra manera. Centro lateral a la salida de un córner y cabezazo del brasileño que remató solo. Las ocasiones de ataque brillaron por su ausencia, y las pocas que hubo, no entraron. Valverde desde el punto de penalti no tuvo fortuna y el balón salió por encima del larguero, y Modric solo en el área pequeña y con la portería vacía tampoco consiguió marcar. Lo nunca visto.
En vista de que ninguno de los dos centrocampistas transformaron su ocasión y de que Vinicius y Rodrygo estuvieron más a las protestas que a jugar al fútbol, tuvo que aparecer Toni Kroos con un golpeo sensacional de empeine desde la frontal del área para poner el 2-0. Su partido fue sublime. No estuvo ante el Rayo Vallecano y el equipo lo notó mucho. Es muy fácil para cualquier entrenador del mundo tener al alemán en sus filas. Es una máquina perfecta de jugar fácil al fútbol. El Madrid se marcha al Mundial como segundo clasificado a solo dos puntos del Barcelona.