Un ex árbitro denuncia la corrupción en la UEFA a la hora de designar colegiados: "Hay motivos políticos"
Por Pablo Falcones
Jonas Eriksson fue un árbitro sueco internacional durante 16 años, desde 2002 hasta su retirada en 2018. Pues bien, ayer denunció en su cuenta de Instagram la corrupción que existe en la UEFA a la hora de elegir a los colegiados que tienen que pitar los partidos de las fases finales de los torneos de selecciones
Eriksson denuncia esta situación a partir de su experiencia personal. En el post que subió a la red social denunciaba el por qué no había podido pitar la final de la Eurocopa de Francia 2016: "Hace cinco años pité la semifinal de la Eurocopa entre Gales y Portugal, y tanto yo como mis compañeros estábamos orgullosos de ello"
"Sin embargo hubo una profunda decepción para nosotros. ¿Por qué no se nos permitió pitar la final? La gente suele preguntar cómo seleccionan para los partidos decisivos, si es por logros, cómo se clasifica a los árbitros, si es para el que menos errores comete o quién es el encargado de hacer la evaluación."
A partir de aquí es donde el ex colegiado abría la caja de los truenos: "Aquellos que son seleccionados y el que sea elegido para la final, NO son directamente los tres mejores árbitros del torneo. No siempre son aquellos que lo han hecho mejor, han recibido la calificación más alta o quienes han llegado a la cima los que se ganan la confianza"
"Hay árbitros designados porque tienen los contactos adecuados o por motivos políticos"
- Jonas Eriksson
Entre otras cosas, denuncia el 'colegueo' entre estamentos:" Esta vez, el mejor árbitro del torneo, sin un solo error claro, ya ha sido enviado a casa. La decisión fue tomada por los altos cargos de la UEFA y no tiene nada que ver con sus actuaciones durante la Eurocopa. Otros árbitros, a veces sin saberlo ellos mismos, tienen los contactos adecuados, mejor respaldo político o provienen de países importantes, arbitran más allá"
Erikson deja claro que las elecciones van mucho más allá de temas meramente futbolísticos: "La verdad es que un tema oscuro. Un mundo sucio, político y falso donde la amistad, la corrupción, la lealtad y la nacionalidad juegan un gran papel[...] Cuando se trata de arbitraje, todo pasa en salas cerradas, con agendas políticas y con todo menos lo mejor del fútbol en mente"
Todo ello dándole un 'palito' extra al máximo organismo del fútbol europeo, que sigue dañando una imagen muy distorsionada ya desde la polémica con la creación de la Superliga: Es ese fútbol que habla de un juego limpio y de respeto, donde el reglamento es el mismo para todos, donde los cuatro mejores equipos, los que han ganado más partidos, juegan las semifinales en Londres"