Victor Camarasa acusa a Lopetegui de indicarle a Jordan fingir mareo

El jugador sufrió una agresión pero no parecía a priori algo grave
El jugador sufrió una agresión pero no parecía a priori algo grave / Soccrates Images/GettyImages
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Ayer vivimos un episodio de los que manchan el fútbol. Un aficionado del Betis, lanzó contra Joan Jordan, jugador sevillista, un palo de PVC que golpeó en la cabeza del jugador. El partido se detuvo para ver el estado del jugador, y para tomar decisiones acerca del encuentro, que finalmente se suspendió.

Los jugadores del Betis, que se vieron perjudicados por esta decisión, pues habían empatado y se encontraban con ímpetu para remontar, denunciaron que el Sevilla no quiso jugar. De hecho Víctor Camarasa, en una publicación de Twitter quiso denunciar que Lopetegui había invitado a Joan Jordan fingir mareo, para que el encuentro se suspendiera.

Esto es normal que enfade a la plantilla bética, pues no es culpable de que una persona decidiera realizar esa vergonzosa agresión y cree que el Sevilla quiso aprovecharse de esa situación. El estado de salud del jugador, como se apreciaba en varias imágenes, era bueno, y con la detención del agresor, el partido debería haberse reanudado.

Víctor Camarasa quiso dejarlo claro en sus redes sociales y señalar a Lopetegui, pues su gesto es tremendamente antideportivo. La violencia es una lacra en el deporte, que se debe combatir sin paliativos, pero no puede servir de excusa para que alguien exagere y quiera salir favorecido.

Esta polémica traerá cola y puede calentar demasiado el ambiente entre dos equipos y aficiones, en los que suelen saltar chispas. Si todo hubiera quedado en una anécdota, con el claro castigo al aficionado que realizó la agresión, ahora no habría tanto peligro, ni tendríamos que plantearnos si un derbi tan bonito, deba acabarse a puerta cerrada. El Sevilla debió seguir jugando, pues no había peligro, y en ningún caso debió fingir un daño mayor en Joan, pues además de asustar a los espectadores, es un gesto tremendamente antideportivo que no debería darse nunca.