Walter Kannemann: "Si me llama Riquelme lo atenderé...después afirmar que iría a Boca es otra cosa"
Por Diego Yudcovsky
El torneo de primera división de Brasil está a siete jornadas de su finalización y, por ahora, el Inter se mantiene en solitario en la cima, con dos puntos de ventaja sobre el San Pablo. A ocho puntos (pero con un partido menos) el Gremio, su histórico rival, se mantiene expectante y sueña con dar pelea hasta el final.
Uno de los referentes del conjunto Gaucho es Walter Kannemann, quien ha sabido ganarse un lugar importante a lo largo de los cinco años que lleva en la institución. No es un dato menor ya que han sido pocos los argentinos que consiguieron posicionarse como referentes en equipos brasileños.
En exclusiva para 90min, conversamos con el zaguero del equipo de Porto Alegre sobre su presente allí y también acerca de su pasado por San Lorenzo. Además, habló de sus expectativas a futuro con la selección argentina. Como perla, reveló qué haría si recibe un llamado de Juan Román Riquelme para ir a jugar a Boca.
Kannemann arribó a Gremio a mediados de 2016, cuando fue separado del plantel de Atlas de Guadalajara. Apenas un año más tarde obtuvo la Copa Libertadores con el equipo brasileño, en una recordada final frente a Lanús, de la mano de quien hoy continúa siendo el entrenador, Renato Gaúcho. En aquella temporada, también disputó la final del Mundial de Clubes frente al Real Madrid, tal como lo había hecho 3 años antes con San Lorenzo. En ambas ocasiones, el conjunto español terminó levantando el trofeo.
En los cuatro años que lleva en el Tricolor, el defensor logró 7 títulos: 1 Copa Libertadores, 1 Recopa Sudamericana, 1 Copa de Brasil, 3 Campeonatos Gaúchos y 1 Recopa Gaúcha.
¿Cómo vivís tus días en Gremio?
Estoy muy bien por suerte. Con el grupo estamos peleando por el campeonato y mientras haya posibilidades matemáticas lo vamos a hacer. A su vez, ya clasificados para jugar la final de la Copa de Brasil.
¿Cómo impactó la derrota con Santos por la Copa Libertadores?
Fue una derrota dura que nadie quería sufrir pero el fútbol es así. Cuando las feas aparecen hay que mirar para adelante y salir de eso. Después pudimos lograr una buena clasificación a la final de la Copa de Brasil contra San Pablo. Así que estamos enfocados en las dos competiciones que tenemos.
"No le cierro las puertas a ningún club de Argentina."
El defensor surgió de las inferiores de San Lorenzo y debutó en 2010 con el primer equipo. Si bien le costó la consolidación, su gran momento llegó para el Torneo Inicial 2013, en el que el "Ciclón" se consagró campeón en el estadio de Vélez, con Juan Antonio Pizzi como entrenador.
¿Cómo fue aquella situación en la que saliste a jugar el partido en cancha de Vélez con el brazo cortado? ¿Qué significó ser campeón en ese encuentro?
Antes de la salir a la cancha estaba un poco eufórico, sobre todo en Argentina que en los vestuarios se vive así. En un momento se rompe una ventana y me corté el brazo. Minutos antes de salir a la cancha me tuvieron que coser y por eso no pude estar en la foto inicial.
Salir campeón en cancha de Vélez fue muy lindo. Un campeonato peleado: habíamos tenido la posibilidad de ser campeones en la fecha pasada y los rivales venían con chances de ganarlo también. Nosotros debíamos ganar o empatar y esperar otro resultado para ser campeones. Terminó 0-0 y nos dijeron que el otro partido había sido empate. Nos pusimos muy felices.
Aquel torneo fuiste dirigido por Juan Antonio Pizzi, que ahora se convirtió en técnico de Racing. ¿Qué cosas destacás de él?
Es un gran entrenador, tiene un buen cuerpo técnico y es muy inteligente. También es buena gente, creo que en el fútbol y en la vida para tener éxito hay que serlo. Yo también lo hubiera contratado si fuera dirigente de Racing.
Ya sin la presencia de Pizzi en el banco por su partida al Valencia, Edgardo Bauza tomó el timón del equipo y lo condujo hacia la primera Copa Libertadores en la historia del 'Ciclón'. En ese momento, Kannemann era un recambio importante dentro del once inicial.
Luego de aquel Torneo Inicial 2013 en el que se consagran, se va Pizzi y llega Bauza. ¿Qué recuerdos tenés de aquella Copa Libertadores que ganaron por primera vez en la historia de San Lorenzo?
Fue un comienzo duro, si no clasificamos en la fase de grupos con el peor puntaje, era el segundo peor. Encima la final la terminamos jugando con Nacional de Paraguay que era el peor de esa etapa, por eso jugamos la vuelta en nuestro estadio.
Teníamos un buen grupo de gente quería ganar, había competencia sana dentro del equipo y el 'Patón' Bauza, aparte de ser buen entrenador, tenía experiencia en ese torneo. Después, el equipo fue agarrando fuerza, teníamos buenos jugadores y los que entraban de atrás lo hacían muy bien. Fue un torneo en el que jugamos muchos, porque habían 4, 5 o 6 que eran una base muy fuerte, después otros fueron cambiando. Cuando se gana algo de ese nivel, se necesita de todo el grupo.
¿Qué significó el 'Patón' como entrenador?
Aprendí mucho, más que nada la tranquilidad y el conocimiento de enfrentar a distintos rivales en diversos escenarios. Creo que fue el primer torneo internacional que tenía la posibilidad de disputar, era la primera vez que salía del país para jugar y es lo que uno sueña de chico. Como yo había varios, que si bien estaban los de experiencia, estaba 'Tito' Villalba, Ángel Correa, entre otros y por eso era importante lo que nos transmitía el entrenador.
¿Qué referentes encontraste en ese plantel de San Lorenzo?
Teníamos al 'Pipi' Romagnoli que era nuestro estandarte y número 10, que aparte de lo que jugaba e inteligente que era, si tenía que pelearse contra un rival lo hacía, entonces el resto debíamos hacerlo el doble. También Mercier, Ortigoza, Gentiletti, Cetto, era un equipo que se venía formando. A su vez Nacho Piatti, Matos, Blandi, Cauteruccio, Buffarini, Mas. Siempre el que entraba trataba de dar el máximo, la competencia interna era muy buena.
¿Te buscó Boca en su momento?
Algún contacto con mi representante tuvieron, es lo máximo que sé. Si estuvo cerca o no es otro tema.
¿Si te llama Riquelme irías a Boca?
Es una pregunta difícil, no le cierro las puertas a ningún club de Argentina. En Brasil estoy muy feliz, en San Lorenzo también lo fui. Mi idea es algún día volver al país, pero si me preguntás a qué club, no lo sé. Si me llama Riquelme lo atenderé, todo el mundo sabe la clase de jugador que fue, pero de ahí a decir alguna otra afirmación es muy difícil.
Lionel Scaloni te tiene en consideración para la selección argentina, ¿qué significa tener la posibilidad de ser convocado?
Es un sueño, un privilegio. Nunca tuve la posibilidad de ir a selecciones menores y poder ser convocado a la mayor me pone muy contento, disfruto mucho cuando voy. Siempre trato de dar el máximo para cuando me necesiten y dejar al equipo lo más alto posible.
"Scaloni es un entrenador que no ha tenido experiencia pero los números lo avalan y ha estado a la altura. "
¿Cómo es tenerlo a Messi en el vestuario?
Yo trato de ser normal, él también lo es como cualquier otro compañero que trata de pasar buenos momentos en el vestuario, de rendir en la cancha. Yo por el hecho de ser central, miro más a los defensores que a los delanteros. Lo disfruto, trato de aprender dentro de la cancha.
¿Te sorprendió alguno de los compañeros de la Selección?
No sé si los compañeros, sino la intensidad con la que se entrena y el compromiso de la mayoría, que viajan muchos kilómetros, resignan otras cosas por ir a la selección. Varios que son conocidos en el mundo entero no les importa nada y quieren estar ahí con tal de defender a la camiseta.
¿Molesta cuando a Scaloni se lo trata de inexperto a pesar de que los resultados se le van dando?
No lo veo como una crítica, porque quiere decir que no tiene trayectoria, que no significa ser mal entrenador. Implica que cuando sume experiencia irá mejorando. Yo trato de ver las críticas desde un punto positivo. Es un entrenador que no ha tenido experiencia pero los números lo avalan y ha estado a la altura.
Yendo a nuestro característico ping-pong. ¿Fútbol argentino o brasileño?
Brasileño.
¿Un ídolo?
Emmanuel Ginóbili.
¿Y en el fútbol?
No tengo uno marcado. Miraba mucho básquet cuando Ginóbili jugaba en la NBA y nunca tuve la técnica y la capacidad física para jugar ese deporte, por eso seguimos con el fútbol, je.
¿El delantero al que más le pegaste?
Creo que soy bastante parejo, a veces cuando uno es un poco bruto, termina en falta, je.
¿Un compañero de zaga central?
Geromel.
¿Una liga para ir a jugar?
La liga inglesa.
¿Un sueño para lo que queda de tu carrera?
Poder disputar una Copa América o un Mundial con la selección.