Yamila Rodríguez: “Ganar un partido en el Mundial ya sería demasiado"
Es una de las esperanzas argentinas para el Mundial de Fútbol Femenino que comenzará el próximo 20 de julio. Si bien aún no tiene la confirmación oficial de que estará en la cita de Australia y Nueva Zelanda, Yamila Rodríguez, delantera del Palmeiras de Brasil, sabe que este no es un año más.
Quien fuera incluida entre las mejores 20 futbolistas del mundo en los Premios Dubai Globe Soccer Awards 2022 comenzó su camino con la selección de Argentina en el 2015, mientras su primer club fue Boca Juniors, donde levantó tres ligas y una Superfinal y a donde espera volver algún día.
En el 2022 la atacante se convirtió en goleadora de la Copa América al perforar las redes en seis ocasiones, dos de ellos durante el partido por el tercer lugar contra Paraguay, lo cual ayudó a consiguieran el boleto a la Copa del Mundo.
Además, con la cinta de capitán llevó a las Xeneizes a hacer historia al arribar por primera vez a la final de la Copa Libertadores en el 2022. Después de su brillante actuación fichó con el club brasileño a principios del 2023.
Por si fuese poco, estuvo cerca de llevarse el Balón de Oro como la Mejor Jugadora del 2022, aunque perdió ante la española Alexia Putellas. Ahora mismo deberá concentrarse la Copa del Mundo, donde compartirán grupo con Suecia, Sudáfrica e Italia. Argentina intentará llegar a los octavos de final por primera vez en su historia.
Bárbara Roskin tuvo la oportunidad de entrevistar a la goleadora argentina para 90min. Siempre alegre y de buen humor Yamila no dejó tema por tocar: su nueva vida en Brasil, el cobijo de sus compañeras en el Palmeiras, su paso goleador con Boca Juniors en la Copa Libertadores y con Argentina en la Copa América, su crecimiento personal, el apoyo del entorno que la rodea, su pensamiento y objetivo sobre la siguiente Copa del Mundo, entre otros.
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¿Cómo es tu vida en Brasil? ¿Con quiénes compartís casa?
Bien. Los primeros días de febrero me instalé en un hotel, pero ahora ya tengo mi casa con una compañera. La comparto con (Katherine) Tapia y Rosario (Balmaceda), una de Colombia y otra de Chile. No me acompañan con el mate. Lorena (Benítez) está viviendo un poquito más lejos, a unas cuadras, pero con ella tomó bastante mate.
Es bueno tener una compañera argentina en un lugar nuevo para vos, ¿cómo te enteraste que Lore llegaba allá?
Con Lore hace años nos conocemos, es un placer, muchísimo tiempo en Boca y la selección y ahora está a la vuelta. Es un golazo. A mí me preguntaron por ella y respondí rápido. Me preguntaron cómo había estado ella, que la vieron bien en la selección. Yo le dije ‘yo te paso acá’, y ahora ya la tenemos acá. (La recibí) bien. Yo me saqué primero una foto con la playera del Palmeiras y cuando le dieron el ‘ok’ y lo subieron a las redes sociales, yo dije ‘bienvenida, ya estás preparada para lo que sigue‘.
¿Y cómo las recibieron sus compañeras, sobre todo las brasileñas?
Yo llegué primero, me recibieron muy bien. La mayoría de las jugadoras querrían que me sintiera muy bien después de lo que fue la final de la Libertadores. Esto es nuevo para nosotras, también para ellas. A (Lore) todas la hicieron sentir parte.
Me mencionaste la Libertadores y la oportunidad de disputar una final, algo que no se le da a cualquier jugadora. Ahora estás en el equipo que las derrotó en la gran final. ¿Cómo fue haber dado el salto a Brasil?
Más allá de la derrota, nosotras y yo, personalmente, ganamos porque como decís, ningún equipo argentino llegó a una final de Libertadores y nosotras lo hicimos, que eso se haga realidad y verdad, que estamos capacitadas también para llegar a una final tan importante.
Y en lo personal de que yo esté acá, tuve un año excelente y creo que eso también aportó todo. Después, participar en la final fue el último empujón para que yo esté acá. No fue fácil porque dejé mi vida, mi casa en Boca y como digo siempre, yo quiero vivir de esto, quiero estar bien económicamente para ayudar a mi familia. Ahora estoy defendiendo estos colores, pero yo siempre voy a ser de Boca. En lo profesional tengo que crecer, estamos un poquito más avanzadas de lo que es Argentina, pero yo creo que aquí también necesitan nuestro talento.
¿Qué encontrás en Brasil que tal vez faltaba en Argentina?
En si el torneo es muy competitivo, no todos los equipos son tan frágiles como allá. Eso te da un plus para crecer más profesionalmente y ver cómo estás capacitada. En el torneo de allá fui campeona varias veces y no veo el cambio de crecimiento de todos los clubes.
La sede principal la tienen en Palmeiras y es todo un mundo aparte, tenemos una cancha, un estadio, la herramienta para entrenar. Son dos clubes diferentes, cada uno con sus cosas.
¿Qué jugadoras brasileñas tenés como referentes?
Siempre he seguido los partidos de Brasil desde que empecé a ver el fútbol. Una mira a las jugadoras grandes, por ejemplo, Bía (Zaneratto), Andressinha, Camilinha, que hoy ves en la selección y decís mierda’. Y ahora jugar con ellas. Es más, ellas mismas pidieron por mí y jugar acá es como un sueño que estoy cumpliendo.
Yo estaba muy nerviosa en los primeros días, no nos entendíamos tanto por el idioma. (Zaneratto) me preguntó cómo estaba, yo le dije que estaba bien, que estaba cumpliendo uno de mis sueños que era jugar con ella porque era un referente muy importante y la clase de jugadora que es. Le dije que era mi sueño y ella también dijo que era un sueño que yo jugara con ella. Yo dije, ‘no puede ser’. Ella me vio bastante bien y pidió por mi. Yo le hice acordar que le pedía fotos cuando jugábamos en contra en selección. Se las mostré y se acordó. Y ahora estamos en el mismo club, es algo loco.
Yo en lo personal crecí mucho. Trabajé mucho para estar aquí y ser titular en selección. No fue fácil, pero me gané esto, que una internacional esté orgullosa de mí, lo que habla bien del trabajo que una hace profesionalmente.
Cerraste un 2022 de lujo, llegaste a la final de la Copa Libertadores, la clasificación al Mundial, fuiste goleadora de la Copa América. Creo que en cuanto a crecimiento y consagración completaste varias metas en el último año ¿no?
Lo del año pasado fue una locura. Fue uno de mis años más movidos y exitosos porque salió todo redondo. Uno siempre tiene objetivos y metas, a veces sale y a veces no, pero yo estaba muy convencida de lo que se venía con la selección y Boca. Traté de cumplir con los objetivos que estaban a mi alcance y lo logré en lo particular.
Me quedo con ese marco de lo que fue la final (Libertadores), esa medalla de segundo puesto la sentí como primero porque nadie creía en nosotras, decían que no íbamos a llegar. Me digo a mí misma yo vengo aquí a ganar todo. Eliminamos a dos brasileñas, antes ni eso. Yo confiaba en cada una. Ya acá digo ‘puta madre’ cómo le pudimos ganar a estas porque tienen un trabajo inmenso. Ya con la selección comenzamos perdiendo, pero nunca dijimos se acabó la copa para nosotras, teníamos un partido que completar y obviamente ganar porque nosotras fuimos para clasificar al Mundial. Costó, con el apoyo de familia y amigos, confiamos en nosotras. Yo cuando perdimos contra Colombia no quería saber nada, decía que perdimos todo, me negaba, pero mis compañeras decían que teníamos una chance más, jugar contra Paraguay. Me dijeron que el equipo todavía estaba firme y yo no fui a entrenar al otro día. Después dije, ‘¿cómo me voy a bajar del barco?’, asenté cabeza y vamos a jugar. Yo no me pienso ir a un repechaje más por lo que fue el Mundial pasado. Comenzamos con un gol en contra, estaba nerviosa, no le decía nada a nadie y de repente salen todos los goles. Es un sufrimiento que no se borra, logramos lo que queríamos. Ahora ya le dije a mis compañeras ‘yo voy a ser la goleadora’.
Después estaba jugando Brasil contra Colombia y justo viajaba uno de la CONMEBOL con nosotras y le dije ‘¿y mi trofeo de goleadora? ¿dónde está?’. Me dijo ‘no, esperá que todavía no acaba el partido’, yo le dije que lo esperaba en el aeropuerto. Ya después me dijeron que terminé como goleadora. Mi hermano me dijo por el celular. Empiezo a ver y en todos lados ya había salido. Tardó unos días, pero me llegó el trofeo.
¿Qué sentiste al recibir tu trofeo de goleadora de la Copa América?
La página de la Copa América me etiquetaba de que yo era goleadora. Preguntaba por el trofeo y me decían que ya iba en camino. No me decían nada. Pasaron como 15 días y ya después se hizo una fiesta en AFA y boom, me dieron mi trofeo. Yo tuve uno en el Sub-20, es parecido, pero más chico. Un sueño cumplido tal cual.
Ya en el partido contra Paraguay vino la consagración y la clasificación, ¿qué sentiste en ese momento al definir?
Ahora también comparto vestuario con Alicia (Bobadilla), la arquera paraguaya y me dice ‘Vos sabés que yo no toqué la pelota. No sé cómo entro’, pero yo le dije ‘Yo no tenía más piernas, yo le pegué, pidió permiso la pelota’. Y me dice ‘Qué hija de puta que sos’, contando anécdotas. En ese momento ya iba a pedir mi cambio porque las piernas ya no me daban para más.
Yo jugué todos los partidos. Ya había pasado el tiempo, pero era una locura el gol. Decía, vamos a penales y que sea lo que yo quiera. Cuando hice mi segundo gol yo no sé de dónde saqué fuerza. En el gol traté de amagarla, pero se tiró bien, sólo Dios da esa fuerza para que la adrenalina no se te acabe. Respiramos porque no podían hacernos tres goles en dos minutos.
Que representen a Argentina son sueños de muchas personas que quedaron en el camino, es realmente increíble lo que transmiten.
Imagínate, también nosotras lo sentimos mucho porque llevamos una responsabilidad muy grande que es a todas las chicas que nos siguen. Si nosotros no cumplíamos el objetivo íbamos a romper muchísimos sueños de cada niña que había atrás nuestro. Capaz no iban a seguirnos y decir que no servíamos para nada. Nosotras cada día demostramos, cada uno en su club y cuando estamos con la selección.
¿Crees que es una cuestión de resultados en el fútbol femenino? ¿Es resultadista?
Yo creo que sí porque después del reclamo que tuvimos en la Copa anterior a la Copa América pedimos que nos escuchen. De ahí empezamos a avanzar en varias cosas porque con el resultado demostramos que somos capaces de lo que sea y creo que eso es un plus para nosotras y las que vienen detrás de nosotras, de que estén tranquilas y que nosotras vamos a dar lo mejor, que vamos a tener un resultado básico, de que estamos preparadas y somos capaces de enfrentar a cualquier selección y de jugar cualquier campeonato, Fecha FIFA, que pasó eso de jugar tres y ganar tres, algo que nunca había pasado en una Fecha FIFA, y lo demostramos por el equipo que tenemos. De cómo salimos a la cancha a no tenerle miedo a nadie.
¿Cuál sería un buen resultado para Argentina en el Mundial Femenino?
Primero, que a la que le toque estar esté bien, que el equipo esté bien en lo grupal, que es buenísimo más allá de lo individual. Yo creo que ganar un partido en el Mundial ya es demasiado porque en todas las ocasiones que le tocó estar Argentina nunca ha ganado. Yo creo que en este Mundial va a haber muchísimas sorpresas y creo que vamos a llegar a ese objetivo si todas estamos convencidas.
Con el correr de los cuatro años entre un Mundial y otro, el fútbol femenino y sobre todo en Argentina, cambió muchísimo. Cambió el nivel, mentalidad, cuerpo técnico y ahora se exporta al exterior, teniendo roce con profesionales de muchos años. Eso ilusiona bastante. Me imagino que ya charlan del objetivo.
Yo creo que ilusionarse o imaginarse siempre está y la fe también. Todo depende de nosotras y las herramientas que nos dan los profes. Pueden pasar miles de cosas. Lo mismo pasó con el masculino en el Mundial. Comenzaron perdiendo y después cómo terminamos. Son cosas distintas. Yo me ilusiono muchísimo, Dios tiene la última palabra. Podés pasar de grupo, anotar un gol en el Mundial, sólo hay que creerlo. Tenés que cuidarte y lo fundamental es el grupo.
¿Cuándo dan la lista y cómo te preparas para ese momento?
Yo siempre estoy preparada para lo que se viene. Me ha tocado buenas y malas, pero yo confió mucho en lo que hice con selección. La lista no sé, sólo sé que tenemos entrenamiento y yo estoy ahí. La última lista la dará Germán (Portanova) y si estamos haremos fiesta.
¿Analizan a los rivales? ¿Cómo es el grupo?
Un grupo de 50 mil videos de Italia que mandó Germán en año nuevo. Desde el día uno ya se está preparando. Yo creo que todos los equipos son fuertes así como nosotras. A Italia le podemos hacer algo, pero ellas tampoco saben cómo se van a medir con nosotras. Analizamos bien, pero cuando nos encontremos ahí será algo totalmente distinto. Va a estar bueno.
¿Qué te imaginás de un Mundial luego de ser una chiquita que de a poco dio sus primeros pasos en selección y ahora está cerca de integrar la lista?
Cuando yo empecé con el fútbol en sí, me acuerdo que al que me formó le decía ‘mi sueño era jugar en Boca’ y él me decía ‘¿por qué no en la selección, Yamila?’. Yo decía que no porque debías ser buena para estar en la selección y mi sueño era jugar con Boca. Y así fue, no tuve la posibilidad de ir al Mundial anterior, participé en muchas cosas, pero no fui. Me la pasé mal. Obviamente el fútbol da revanchas y si me toca estar va a ser uno de mis sueños máximos que voy a cumplir.
Mi familia y yo lo esperamos desde el día uno que clasificamos en la Copa América. Yo no sé cómo voy a reaccionar, con quién voy a estar, pero lo voy a disfrutar mucho.
¿Qué te dice tu familia? ¿Tu novia? ¿Tu entorno? ¿Cómo son los días previos?
Ellos me dicen que ya estoy porque me lo merezco. Yo no confió en nadie más porque me lastimaron mucho. Me ha tocado estar hasta el último día de la lista a última hora. Yo me voy a preparar por mí y para mi equipo. Y si me toca estar, bueno. La compañía de ellos me hace muy bien.
Mi novia estuvo hace poco, pero creo que es un sostén muy fuerte porque hay que tener paciencia para manejar a una deportista porque a veces la pasamos bien y a veces mal. Ellos están ahí me vaya bien o mal y sí se logra será gracias a ellos.
¿Te quedaste corta con el sueño de jugar en Boca? ¿Te gustaría retirarte ahí?
Con eso ya estaba. Mi sueño era jugar en Boca y nunca me imaginaba con la selección. Y con todo lo vivido en estos años, el fútbol me dio una cachetada, pero fue trabajar duro desde chiquita y ser consciente de lo que me iba a pasar. (Retirarme en Boca) es mi sueño. Yo extraño muchísimo todos los días y dónde vaya tengo algo de Boca. Fue una etapa muy linda de mi vida porque ellos me recibieron y formaron futbolísticamente y personal. Le debo, así como defendí desde el día uno y todo, yo le voy a deber la vida a Boca. En uno, dos o tres años voy a volver y terminar ahí como sea.